Lejos del foco mundial, Putin avanza en Ucrania

27 de Julio de 2024

Lejos del foco mundial, Putin avanza en Ucrania

Putin en Ucrania

De forma lenta pero constante, el Ejército de Rusia ha logrado controlar varias zonas importantes del país invadido, cuyas tropas están cansadas tras más de 800 días de guerra

Mientras los ojos del mundo están atentos a lo que ocurre entre Gaza e Israel, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha movido sus piezas y se ha anotado pequeñas pero significativas victorias en Ucrania.

En momentos en que medios de comunicación, activistas y organizaciones internacionales están ocupados señalando la violación de derechos humanos en Gaza por parte de Israel, calladamente se cumplen 800 días de guerra en Ucrania con saldo a favor de Rusia. Putin no solo ha ganado importantes territorios como Mariúpol, Donetsk, Lugansk y Zaporiyia, sino que actualmente tiene rodeadas importantes zonas en el este de Ucrania.

En este contexto, el martes de la semana pasada Vladimir Putin dio inicio a su quinto mandato presidencial con una noticia inesperada: el anuncio de la realización de ejercicios militares con armas nucleares. Si bien esto encendió las alertas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), no acaparó los principales espacios en los medios noticiosos internacionales, enfocados casi por completo en la ofensiva israelí en Rafah.

El avance de las tropas rusas es modesto y lento, pero constante. Aunque las posiciones pueden cambiar en el transcurso de horas, el Ejército ruso mantiene su ventaja. De acuerdo con datos de DeepState UA, un canal de análisis de la situación ucraniana y del territorio ocupado, Rusia mantiene una línea de al menos mil 45 kilómetros al sureste de Ucrania, desde la costa norte del Mar Negro hasta el pueblo de Topoli, cerca de la frontera con Rusia. También mantiene 64 mil 871.173 kilómetros cuadrados bajo ocupación, con lo que rodea casi toda la zona sur del país invadido.

Más allá de las cifras, el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW por sus siglas en inglés) confirmó la semana pasada que las tropas rusas han logrado importantes avances en el noroeste de Svatove, en Lugansk; en las proximidades de Avdivka, en Donetsk; al oeste de la región de Zaporiyia y en la orilla oriental del río Dniéper, en Jersón.

En el caso de Avdivka, en el distrito de Pokrovsk al este de Ucrania, se teme que caiga bajo control ruso en cualquier momento. Es un punto donde hasta antes de la guerra vivían 32 mil 436 personas y actualmente se encuentra rodeado por las tropas rusas. La posibilidad de una victoria de Putin en la ciudad es alta, toda vez que los asentamientos cercanos ya están bajo ocupación enemiga: Berdichi, al noroeste de la ciudad; Novobajmutivka, al norte, y Seménivka, al oeste.

Avdivka podría representar una mayor victoria para Rusia, ya que es una ciudad con una gran actividad industrial y tiene la planta de producción del combustible llamado “coque” más grande de Europa.

Algunas victorias importantes recientes son la conquista de Ocheretyne, un pequeño pueblo ubicado en el distrito de Pokrovsk. Con una población aproximada de tres mil 378 habitantes, se ubica al noreste de Donetsk y desde la semana pasada forma parte de los territorios conquistados por Rusia.

A 84 kilómetros de Avdivka, la ciudad de Chasiv Yar es otro claro objetivo de los invasores. La localidad, que antes de la guerra tenía una población de 12 mil 756 personas, es un punto estratégico gracias a sus características geográficas, que lo colocan en un punto elevado que permitiría atacar otras ciudades. Los objetivos que se pueden atacar desde Chasiv Yar forman parte de las defensas orientales ucranianas más importantes.

La batalla en Chasiv Yar ha durado semanas –tal vez meses– y el nivel de destrucción es incalculable. Según imágenes publicadas en AP, tanto los edificios de gobierno como los residenciales presentan daños considerables y analistas aventuran que la estrategia en este territorio es la de “tierra quemada”, que tiene dos objetivos: evitar que las tropas rivales encuentren algo de utilidad en el territorio y desmoralizar tanto a los civiles como a los soldados que combaten.

Y aunque recientemente Estados Unidos aprobó un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania, que incluye misiles Stinger tierra-aire de disparo desde el hombro, proyectiles de 155 milímetros, misiles guiados antitanque Javelin, municiones de racimo y vehículos de combate, entre otros, el panorama militar sigue siendo sombrío para el país bajo asedio. El atraso en la llegada del armamento, el agotamiento de los soldados ucranianos y la desmoralización ante los avances rusos son tres de los principales motivos.

Actualmente, las tropas ucranianas han concentrado gran parte de su esfuerzo al norte del país, donde han liberado grandes extensiones territoriales. Pero mientras esto sucede, Rusia poco a poco se “come” la parte sur, cercana a los asentamientos que ya se ha anexado en esta guerra, y a Crimea, anexada desde 2014.

Al avance ruso se suma la presencia de aliados y territorios que simpatizan con Rusia. Tal es el caso de Moldavia, al oeste de Ucrania. En este país se ubica Transnistria, una zona separatista y prorrusa de cuatro mil 160 kilómetros cuadrados, en donde ya se han registrado enfrentamientos y hasta se ha hablado de realizar un referéndum para anexarse oficialmente a Rusia.

El Parlamento de Transnistria también ha solicitado ayuda ante las supuestas amenazas del gobierno moldavo, que ha propiciado la interrupción de la ayuda al territorio separatista, lo que ha acentuado su posición a favor del Kremlin.

Las acciones militares de Rusia en Ucrania han causado un desplazamiento de civiles que, aunque es considerable, es imposible de calcular por ahora, ya que el levantamiento de cifras de los civiles que dejan sus hogares es un proceso complejo y lento.

A ese número indeterminado de evacuados se le debe sumar los que mueren bajo los ataques por tierra y aire, así como los desaparecidos.

La invasión a Ucrania, que cada vez tiene más características de una guerra de desgaste –una estrategia que busca el debilitamiento del enemigo a través de ataques constantes– ha dejado hasta el momento más de 11 mil civiles ucranianos muertos y otros 11 mil desaparecidos. En el Ejército ucraniano se han reportado al menos 70 mil bajas y hasta 120 mil heridos.

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