Como parte de sus medidas para enfrentar la grave escasez de agua que se vive, la región de Cataluña, al noreste de España, ya considera limitar el consumo incluso entre los turistas.
Desde febrero, Cataluña había impuesto límites de consumo tanto a la industria como a los habitantes, e incluso el sector de producción de alimentos se vio obligado a usar hasta 80% menos agua.
Pero la crisis hídrica no ha cedido, y esta semana, el gobierno catalán advirtió, que, de no bajar el consumo doméstico por tres meses consecutivos, se limitaría el consumo en los hoteles a 100 litros al día por turista.
Como parte de su lucha contra los efectos de la ola de calor, Cataluña también relajó algunas de las restricciones para las piscinas. Y es que las piscinas comunitarias o pertenecientes a los hoteles ya podrán ser consideradas como un “refugio climático” y utilizadas si las autoridades lo consideran. Esta consideración no incluye las piscinas privadas de uso individual.
La denominación estará a cargo de la Generalidad de Cataluña, que también tiene la facultad de multar a aquellos espacios que excedan los límites establecidos. Asimismo, los consistorios municipales establecerán tanto las tarifas de consumo como los horarios de operación en las piscinas hoteleras.
“Son plenamente conscientes de la situación que hay. No podemos abrir el grifo de la misma manera que antes de la declaración de emergencia”, explicó a medios Patricia Plaja, portavoz del gobierno.
Las nuevas medidas entrarán en vigor este 19 de abril, y aunque aplican para la región de Cataluña, lo cierto es que toda España se enfrenta a una crisis hídrica sin precedentes.
Actualmente, las presas de Barcelona y áreas circundantes se encuentran al 18% de su capacidad, y no se vislumbran lluvias importantes los próximos días.
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Emergencia en Cataluña: escasez de agua llega a un punto crítico