Durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que hubo daños a un cenote en Quintana Roo debido a las construcciones del tramo 5 del Tren Maya. Aseguró que el tema está siendo atendido con una estrategia de limpieza y expresó su descontento por la falta de cuestionamiento a otros actos similares en la misma entidad.
“Este hecho tiene que ver con un accidente que estamos remediando. Ya tenemos una solución de remediación a ese sitio. Es un solo caso. La solución es limpiar porque si se desprendió concreto y se está limpiando todo el sitio”, expuso el presidente durante la rueda de prensa.
Esta es la primera vez en su sexenio que el Pesidente admite daños a cavernas subterráneas por las obras del Tren Maya, por lo que trató de atajar las criticas señalando que su gobierno está trabajando con especialistas para remediar la situación y evitar que vuelva a ocurrir, resaltando el compromiso de su administración con la protección del medio ambiente.
Ante las críticas generadas por las imágenes del incidente, el presidente reclamó que los detractores del Tren Maya “ven solo la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”. Utilizó como ejemplo el caso de Calica, ocurrido en Quintana Roo debido a concesiones otorgadas desde la década de 1990.
“Daba los permisos para la explotación de los bancos de grava en Quintana Roo, toda esta denuncia que tenemos con Vulcan que se llevaban la grava de Playa del Carmen, que es el paraíso del Caribe para arreglar las calles y los caminos de Estados Unidos y nos destruían el territorio”, dijo el presidente sobre esta situación.
Mostrando imágenes sobre la explotación de los bancos de materiales en la costa, López Obrador señaló en particular a Julia Carabias, exsecretaria de Medio Ambiente que autorizó las concesiones a Vulcan Meterials; quien este sexenio conformó un grupo para criticar las medidas ambientales y sanitarias del actual Gobierno. DJ