Sargazo, la “mala yerba” que siempre regresa

19 de Mayo de 2024

Sargazo, la “mala yerba” que siempre regresa

Sargazo

La propagación impredecible de esta alga en el Caribe está bajo investigación y ya se tienen propuestas de estrategias para combatirla

Tal parece que a lo largo de la historia, la presencia del sargazo, esa alga café, flotante y maloliente, siempre ha sido una mala noticia, una “mala yerba”. Desde su primera mención en el siglo IV antes de Cristo en un tratado de geografía marítima escrito en verso, Ora Marítima, en el que se le relacionaba con monstruos aterradores, hasta su llegada en últimos años a las playas del Caribe.

El sargazo ha sido considerado una mala noticia, aunque en algún momento pudo parecer buena. “Amaneciendo aquel lunes vieron muchas más yerbas, y que parecían yerbas de ríos… y dice que aquellas fueron señales ciertas de tierra”, cuenta fray Bartolomé de las Casas en la Relación del primer viaje de Cristóbal Colón para el descubrimiento de las Indias.

La presencia del sargazo no es indicativa de tierra firme, ya que crece en altamar. El famoso Mar de los Sargazos ocupa más de cinco millones de kilómetros cuadrados en medio del Atlántico norte y ahí se quedó el sargazo por siglos hasta la primera década del siglo XXI, cuando “muchas más yerbas” llegaron hasta las costas del mar Caribe.

Con viento y marea a su favor

“La teoría más aceptada, hasta ahorita, es que en 2009 o 2010 hubo un cambio en las corrientes que permitieron que el sargazo se extendiera hasta el Atlántico oriental, hacia las costas de África, y de ahí, entrara en la corriente ecuatorial que lo llevó hacia el Atlántico tropical”, comenta a ejecentral Christian Appendini, del Instituto de Ingeniería de la UNAM campus Sisal.

Rosa Rodríguez Martínez, de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales de Puerto Morelos del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, coincide con Appendini y agrega que los desechos de los humanos en el mar juegan en contra. “Muchos le echan la culpa a Brasil, pero la verdad todos contaminamos”.

Ambos señalan que el sistema es tan impredecible, que no está claro cuándo empieza la “temporada del sargazo”, ni a qué costas caribeñas podría llegar.

La ciudadanía, al rescate

Appendini, con los diversos equipos con los que colabora, trabaja un sistema de alerta temprana que pueda advertir de la llegada del sargazo más o menos como se advierte de la llegada de huracanes, lo cual requiere desde modelos matemáticos hasta información suficiente, con buena resolución y oportuna.

Para ello ha instalado cámaras en lugares como Puerto Morelos o Cozumel, y en colaboración con la Universidad de Southampton, en Jamaica y Ghana. Sin embargo, el peligro de robo o vandalización del equipo los obliga a poner las cámaras inaccesibles, lo cual complica su trabajo.

“De ahí surgió la idea de poner estaciones de ciencia ciudadana… iniciativas donde pides que la gente mande fotos”, dice. Por medio de la aplicación Coast Snap, elaborada por la Universidad de New South Wales en Australia, la gente puede poner su celular en una base y tomar fotos que permiten hacer cuantificaciones y análisis y “todo el mundo las puede bajar y analizarlas como quieran”.

Qué hacer con el sargazo

Rosa Rodríguez señala que hasta ahora, cuando termina la temporada de sargazo, “los esfuerzos decaen, el tema se olvida, los medios de comunicación dejan de publicar” del tema. Esto sucede a nivel internacional, ya que el sargazo afecta a más de 30 países en el Atlántico.

A fines de 2022 “se empezó ya a trabajar”, el tema con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) con la integración del grupo llamado la Mesa del Sargazo, con representantes de instituciones académicas de los tres niveles de gobierno, además del sector hotelero.

La Mesa del Sargazo elaboró un documento, coordinado y editado por Rodríguez, en que se delinea una estrategia para lidiar con el sargazo, con metas del corto al largo plazo y con cosas como los aspectos legales de la recolección o los usos que tiene el alga en agricultura, ganadería e industria.

A pesar de que hace falta que los gobiernos, en particular el federal, destinen más recursos, teniendo la estrategia, Rodríguez considera el futuro con cierto optimismo.

Epílogo de mares y monstruos

En estos días, ya no creemos que las bestias naden “violentamente” entre los sargazos, ni tenemos “un pánico intenso a causa de los monstruos”, como escribió Rufus Festus Avienus en Ora Marítima, pero igual tenemos que luchar contra el sargazo.

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