Tras el ataque de este lunes de las fuerzas armadas israelíes, en el que murieron siete trabajadores de la ONG, World Central Kitchen, (WCK) la organización que se dedica a ofrecer alimentos en zonas de desastre humanitario anunció que pausara sus operaciones temporalmente.
En el comunicado en el que se informa de tal decisión, Erin Gore, directora ejecutiva de World Central Kitchen, expresó que “Esto no es sólo un ataque contra WCK, es un ataque contra organizaciones humanitarias que aparecen en las situaciones más espantosas donde los alimentos se utilizan como arma de guerra. Esto es imperdonable. Estoy desconsolada y consternada de que nosotros, World Central Kitchen y el mundo, hayamos perdido hermosas vidas hoy debido a un ataque selectivo de las FDI”.
World Central Kitchen is devastated to confirm seven members of our team have been killed in an IDF strike in Gaza. Read our full statement on the loss of our team members here: https://t.co/gsijamzfMU pic.twitter.com/PtQCxX5XrW
— World Central Kitchen (@WCKitchen) April 2, 2024
La organización confirmó que los trabajadores se desplazaban en el norte de la franja de Gaza en vehículos blindados con el logotipo de WCK, y sus movimientos habían sido informados con anterioridad a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Los miembros de WCK fueron identificados como ciudadanos de Estados Unidos, Australia, Reino Unido, Palestina, Polonia y Canadá. Asimismo, se detectó que acababan de salir de un almacén de alimentos.
También detalló que hasta antes del asesinato, se habían entregado más de 100 toneladas de ayuda alimentaria humanitaria en la franja de Gaza.
Según diversas fuentes, los tres vehículos de WCK avanzaban en fila uno tras de otro cuando las FDI dispararon al primer auto. Ante esta acción, los trabajadores del segundo vehículo rescataron a los sobrevivientes de este primer ataque, y fueron impactados una vez más. El tercer automovil entonces rescató a las víctimas, tras lo cual se registró el tercer ataque, que acabó con la vida de los últimos sobrevivientes.
Mas tarde, el ejército israelí confirmó los ataques, y aclaró que se trató “de un error”, tras lo cual prometió una investigación.
Este asesinato premeditado generó diversas reacciones de indignación en todo el mundo. Anthony Albanese, primer ministro de Australia, dijo que este crimen es imperdonable, y exigió explicaciones al embajador israelí.
Josep Borrell, jefe de Política Exterior de la Unión Europea, también condenó el ataque, y refrendó el llamado de la ONU a un alto al fuego.
Otras naciones como España, Polonia, Reino Unido e Irlanda también condenaron el asesinato, y exigieron alto al fuego e investigaciones detalladas, e incluso la indemnización de los familiares de las víctimas.