Cuando escuchamos el termino “secta”, lo relacionamos con algo peligroso, ya que por décadas nos hemos enterado de diversos hechos preocupantes relacionados a estos cultos. Ejemplos hay muchos, pero entre los más conocidos, figuran El templo del pueblo, Aum Shinrikyo y Heaven’s Gate.
El Templo del Pueblo, secta fundada por el reverendo Jim Jones en 1955, alimentada por la obsesión al apocalipsis, tristemente célebre por causar el suicido colectivo de más de 900 miembros de la comuna, incluidos cientos de niños. Los seguidores fallecieron luego de beber una sustancia envenenada llamada Flavor Aid.
Aum Shinrikyo o “verdad suprema” comenzó en la década de 1980 como un grupo espiritual que mezclaba creencias hindúes y budistas, y luego añadieron elementos proféticos cristianos apocalípticos, la secta llevó a cabo ataques terroristas contra población civil en Tokio en marzo de 1995.
La familia Manson, liderada por Charles Manson y sin ser un culto religioso, en la década de los 60 logró atraer a multitud de seguidores, especialmente mujeres. Así, influyó en sus seguidores para que asesinaran a nueve personas en California, incluida la actriz Sharon Tate.
Heaven’s Gate (La puerta del cielo), fundada y liderada por Marshall Applewhite y Bonnie Nettles en 1974. Esta secta se caracterizaba por su asociación con el fenómeno OVNI, 39 miembros (incluido su líder) se envenenaron en una mansión de Santa Fe, California, al consumir barbitúricos y alcohol, y después poniéndose bolsas en la cabeza para que no hubiera fracaso en el suicidio.
Con estos antecedentes, Netflix estrenó la miniserie documental Bailar para el diablo: La Secta de 7M en TikTok. En ella nos cuentan en tres capítulos sobre un grupo de bailarines de TikTok, clientes de una agencia de talentos llamada 7M y el autoproclamado “hombre de Dios”, Robert Shinn, líder de la agencia y también pastor de la iglesia Shekinah, a la que sólo se puede acceder mediante invitación personal.
Según el testimonio de víctimas, exmiembros y padres con hijos dentro del culto, Shinn utiliza su poder para aprovecharse de los bailarines, sacando beneficio económico, mientras abusa de ellos psicológica y físicamente con comportamientos claramente sectarios que incluyen técnicas de control mental, abuso psicológico, condiciones laborales precarias, aislamiento social y explotación sexual.
Dirigida por Derek Doneen, la serie empieza por contarnos la historia de las hermanas Miranda y Melanie Wilking, un par de bailarinas que tenían un popular canal de TikTok, hasta que Miranda, atraída por el videógrafo de otro bailarín con el que colaboró, ingresa al grupo religioso, conocido como la Iglesia Shekinah, donde conoce a Robert Shinn y empieza a trabajar con 7M, alejándose por completo de su familia.
También conocemos la historia de las hermanas Melanie y Priscylla Lee, que por años fueron miembros de Shekinah y todo lo que sufrieron en la secta antes de que lograran escapar.
Bailar para el diablo: La Secta de 7M en TikTok resulta un trabajo que logra estremecer al mostrarnos las historias de familiares y amigos de los miembros de la secta y dar a conocer los detalles escabrosos sobre su fundador y sus sombrías actividades.
Bailar para el diablo: La Secta de 7M en TikTok está disponible en Netflix.