Votantes por el pasado

27 de Abril de 2024

Jorge Muñoz
Jorge Muñoz

Votantes por el pasado

Columna Jorge Muñoz

Hoy en México estamos viendo diversos procesos electorales y políticos que provocan incertidumbre sobre nuestro futuro como nación, puesto que, a pesar de que deben realizarse de manera periódica y rutinaria, presentan diversas cuestiones que no se habían manifestado en nuestra incipiente vida democrática: Por un lado, tenemos la presencia de un Instituto Nacional Electoral que ha perdido personal profesionalizado y presupuesto frente a las elecciones más grandes y complejas de nuestra historia. Por otra parte, nos encontramos con que la participación de grupos de la delincuencia organizada en cuestiones electorales ha aumentado, sin que parezca que existen mecanismos para evitar que usen su fuerza para coaccionar el voto en favor de las y los candidatos que posiblemente se encuentren coludidos con ellos.

Asimismo, por primera vez en nuestra historia, las dos candidatas más fuertes son mujeres, lo que representa el rompimiento de estereotipos de género que durante muchas décadas dominaron la vida institucional de México. Sin embargo, vemos otras cosas que permanecen iguales y que son precisamente las que influenciaron para que llegáramos a este punto.

Las y el candidato, lejos de representar posturas sobre la forma de resolver los problemas de México, han concentrado sus campañas en demostrar que representan una mejor alternativa, debido a que la coalición rival presuntamente ha realizado acciones que implican que es peor. Es decir, nos encontramos ante intentos de armar plataformas políticas desde el descontento frente a lo ya hecho, en vez de que se busque persuadir a través de propuestas que deberían permitir un mejor país hacia el futuro.

En ese orden de ideas, al no haber propuestas para solucionar problemas, no parece haber un entendimiento de las condiciones no deseables que son parte de la realidad de la población en general, ni tampoco se observa una intención de mitigar sus efectos o darles solución. Esto implica que tanto el partido en el poder, como los de oposición pretenden convencer a la ciudadanía desde el pasado.

Otra novedad interesante es que las y el candidato están hablándole a la gente que ya simpatiza con ellos en función de que no simpatizan con el equipo contrincante, dejando de lado la valiosa posibilidad de comunicarse con los votantes que no se identificarían con ellas y él de forma natural. Visto así parece una cuestión de pertenencia a tal o cual grupo más que un ejercicio de selección de los mejores perfiles para conducir nuestra vida institucional y pública.

No podemos negar que este tipo de posiciones ante los problemas políticos siempre han existido, sin embargo, el día de hoy ha permeado tan hondamente en la política mexicana, que los propios partidos han seleccionado a las personas que participan en esta elección con el criterio de buscar identidad personal con los votantes, a través del carisma de las o el candidato o del presidente de la República.

Es importante que se presente un proyecto de gobierno con acciones concretas que le permita a la ciudadanía elegir con información para evitar tener que escoger entre votar por un mal pasado o uno peor.