La lucha para lograr la igualdad y equidad en las mujeres continúa aún más cuando se trata de mujeres indígenas en México.
Hoy se nos ha olvidado que las raíces de nuestra sociedad están en el mestizaje, y es que ser indígena no resulta ser una diferencia negativa, por el contrario, es sinónimo de nuestra riqueza social y cultural.
Las mujeres indígenas han estado siempre presentes en el desarrollo y la lucha de los pueblos originarios. Lo han hecho encabezando movimientos sociales, cuidando el medio ambiente, como defensoras de los derechos humanos e impulsando la producción y comercio, tanto de alimentos como de artesanías.
En México la falta de oportunidades para las mujeres se visualiza en la educación, miles de niñas indígenas no cuentan con escuelas y con los servicios necesarios para tener una educación de calidad.
La población indígena asciende a 12 millones, siendo el 10.1 por ciento de la población total, entre ellos seis millones 146 mil 479 son mujeres (51.1), más de 75 por ciento se concentra en ocho estados: Oaxaca, Chiapas, Veracruz, México, Puebla, Yucatán, Guerrero e Hidalgo.
Actualmente las mujeres indígenas enfrentan un reto de desigualdad por cuestiones de género, puesto que muchas realizan actividades no remuneradas o con pobre remuneración.
Es urgente generar fuentes de empleo en las mismas regiones indígenas, que permita a hombres y mujeres tener condiciones para una distribución más equitativa de las labores domésticas y un mayor acceso de las mujeres al trabajo remunerado.
La desnutrición en niñas indígenas no permite su desarrollo integral y es importante mencionar que la falta de alimentación en esta población se debe de visualizar.
Lo anterior refleja la importancia de las contribuciones de este sector de la población, y hace evidente que las mujeres indígenas son la muestra viva de la cultura y la transformación sociocultural que vivimos todos los días.
Reconocer sus derechos es respetar nuestras raíces, nuestro origen y es símbolo de orgullo de ser mexicanos.
Promover la inclusión y reconocimiento de las mujeres indígenas en México es una tarea que debe ser prioritaria en la agenda de todos los sectores, reconocer sus derechos y su contribución a la cultura, economía y al desarrollo fortalece nuestros valores como nación, genera identidad con nuestras raíces y demuestra la autenticidad de nuestros orígenes y costumbres.
Conmemorar el mes internacional de la mujer es una oportunidad para visualizar los derechos de las mujeres indígenas y reconocer nuestra identidad como mexicanos. Una oportunidad histórica para reivindicar los valores de la sociedad y sentirnos orgullosos de nuestras hermanas, madres y abuelas.
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