Interconectividad: el futuro de las ciudades

3 de Agosto de 2025

Eduardo Penafiel

Interconectividad: el futuro de las ciudades

Eduardo Penafiel

Hoy poco más de la mitad de la población mundial vive dentro de una ciudad y, según un reporte publicado por las Naciones Unidas, se espera que para el 2030 la cifra aumente a dos terceras partes del total de la población. En teoría, este fenómeno empuja a que las ciudades crezcan en tamaño y que sean capaces de ofrecer más y mejores oportunidades de trabajo y educación, así como un mejor nivel de seguridad y de acceso a los servicios públicos.

En urbes como la CDMX, esta tendencia ha modificado la oferta a tal grado que poco más de 60% de las viviendas son departamentos, fomentando la construcción vertical. Sin importar en qué zona de la Ciudad de México estés, es difícil pasar más de una cuadra sin ver una obra para levantar un edificio o letreros de renta y venta de departamentos. La constante demanda ha tenido un impacto directo sobre los costos de los inmuebles, en donde en los últimos dos años, los precios para adquirir un departamento han subido un 12% en promedio.

A pesar del incremento en los precios, hoy ser dueño de una propiedad en las grandes ciudades es una inversión segura porque la demanda continuará creciendo. Las familias son más pequeñas, con algunos hijos y en muchos casos con ninguno, lo que hace que los espacios no tengan que ser tan grandes como antes. Además, el paisaje urbano ha ido dejando atrás la construcción horizontal, porque cada vez son más las personas que buscan encontrar todo en el lugar en el que viven: trabajo, comercios, entretenimiento y áreas verdes, impulsando las construcciones verticales y de uso mixto.

En una ciudad donde diariamente llegan más de un millón y medio de personas de otros estados, la movilidad es un problema muy grave. Estos desarrollos no solamente han atraído a los locales a dejar su casa y mudarse, sino que para todos aquellos que pasan muchas horas para llegar a su trabajo, estos desarrollos de uso mixto representan una opción muy atractiva para instalarse en la ciudad.

Con la migración hacia las grandes ciudades dándose de manera tan acelerada, el crecimiento tiende a acercar poco a poco a las ciudades colindantes. Esto no sólo pone en peligro la oferta de empleos y oportunidades, sino que además afecta la capacidad de atención en los servicios públicos, algo que puede estancar a la economía. La respuesta a este problema: la interconectividad, que se traduce en la capacidad de conectar de una manera eficiente a un lugar con otro.

Imagina por un momento que la Ciudad de México, el estado de México y Querétaro fueran una misma ciudad, donde a través de un sistema de transporte de última generación podrías vivir en la Ciudad de México y transportarte diariamente a tu trabajo en Querétaro, en menos de media hora. Esa es la intención de Hyperloop México, propuesto por Fernando Romero y su despacho Fr-ee, un sistema de transporte de alta velocidad que conectaría a Guadalajara, León, Querétaro y la Ciudad de México. La propuesta plantea la colaboración del gobierno federal y los cuatro estados, en donde todos aportarían los recursos necesarios para su construcción.

Lo que veremos en un futuro es un conjunto de ciudades formando megaciudades o megalópolis, regidas por un mismo gobierno o con varios de ellos colaborando. La interconectividad obligaría a estos gobiernos a invertir de una manera más efectiva y consciente, aportando una mejor infraestructura y un mejor acceso a los servicios básicos. Esto haría que el crecimiento para estas ciudades fuera más viable y más constante, mejorando la calidad de vida de las personas.

Lo mejor que podemos hacer es voltear a ver y apoyar estas iniciativas que obliguen a los gobiernos a abrir los ojos y a pensar en grande, planeando a largo plazo, fomentando la colaboración y aceptando que los mejores resultados se dan cuando gobierno y sociedad están alienados.