La derrota se cierne sobre el PRI en el Estado de México y el momentum esperado por fuerzas progresistas de todo el país adquiere enorme fuerza hacia el 2018.
Como ocurre con frecuencia, las fuerzas partidarias que perderán la elección no presentarán un análisis de las razones probables de la derrota o de la discrepancia entre las autoafirmaciones de posicionamiento y el resultado electoral.
En sus cálculos personales y en la oferta aceptada a la que hayan llegado los candidatos, encontrarán que es probable que los compensen con plurinominales que incluso podrían perder si no se ubican en la segunda fuerza como el caso del PRD mexiquense.
Para el caso de Alfredo del Mazo Maza, es oportuno indicar la enorme contradicción del PRI en promover una monarquía familiar con un discurso histórico que durante varias décadas dio oportunidad a los integrantes de clases subalternas. El día de hoy ello es inaceptable hasta para algunos integrantes de Antorcha Campesina.
Incluso los menos informados perciben que algo está muy mal cuando se pasa por encima de la meritocracia sana que debe promoverse dentro de los partidos, las empresas, los organismos sociales diversos.
Sorprendentemente, La apariencia bizarra de Del Mazo Maza y las alusiones generalizadas de muchas mujeres al esmerado cuidado de su apariencia facial son muy relevantes en la percepción interior de su propia campaña, tanto como lo son el histórico desplome de la imagen presidencial o la inhabilidad de otras oposiciones al PRI de presentar un frente común orgánico y a tiempo.
Por su puesto la evidencia de violencias, corrupción, incompetencia, está en la parte estructural de la construcción del clima de opinión anti PRI.
Esos son elementos de contexto y los mencionarán una y otra vez.
Respecto de la maestra Delfina Gómez Álvarez hay que decir, como aquí lo mencionamos hace varias semanas, sin pretender enarbolar una sugerencia sobre perfecciones inexistentes -el tema de las cuotas y clientelas y la ambigüedad sobre el tema de las identidades sexuales debe avanzarse- que reúne una dualidad de sinceridad y cercanía desconocida en las candidaturas del Estado de México y de muchas en todo el país.
La presencia popular en su inicio de campaña y en sus cierres refleja la mínima proporción de acarreo, un indicador que, de ser medido, claramente señala la arrogancia de varias direcciones políticas nacionales que se han distanciado de la competencia electoral de cara a audiencias que puedan vetarlos.
Los partidos predominantes hasta antes de Morena refugian aun a sus élites en las posiciones plurinominales. Muchos de los figurones nacionales jamás han ganado una elección directa.
Lo que viene es un viraje en la forma de concebir la competencia política donde las redes sociales son terreno perdido para el PRI. Lo del domingo 4 de junio será, simplemente, el derrumbe.