Con una plancha del Zócalo repleta y a su favor, el presidente López Obrador dio el que fue su penúltimo Grito de Independencia. Sus arengas fueron prácticamente las mismas de años anteriores, con excepción de una que se añadió este año, dedicada a “nuestros hermanos migrantes”.
En compañía de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, el mandatario tabasqueño acudió puntual a la “cita” para recibir la bandera y salir al balcón, ese en el que los asistentes lo han respaldado con excepción de las dos ocasiones que la pandemia lo impidió.
Ya con el lábaro patrio en las manos, el presidente López Obrador procedió a lanzar sus arengas. Fueron 18 los “vivas” que lanzó al air capitalino, cada uno con el eco de los presentes.
¡Viva la Independencia!, ¡Viva Miguel Hidalgo y Costilla!, ¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez!, ¡Viva Ignacio Allende!, ¡Viva Leona Vicario!, ¡Viva José María Morelos y Pavón!, ¡Viva Vicente Guerrero!, ¡Vivan los héroes anónimos!, ¡Viva la libertad!, ¡Viva la igualdad!, ¡Viva la justicia!, ¡Viva la democracia!, ¡Viva nuestra soberanía!, ¡Viva la fraternidad universal!, ¡Que viva el amor!, ¡Que vivan nuestros hermanos migrantes!, ¡Vivan los pueblos indígenas!, ¡Viva la grandeza cultural de México!, ¡Viva México!, ¡Viva México!, ¡Viva México!.
Entre tales arengas, López Obrador arremetió contra la corrupción, la avaricia, el racismo y la discriminación.
Concluidos los gritos, prosiguió a hacer sonar la histórica campana de Palacio Nacional ante la algarabía de los presentes.
Así prosiguió el juego de luces y pirotecnia, acompañados de música, que adornador el espacio en el centro de la Ciudad de México y el país.
¿Empatía con los migrantes?
Hay que señalar que la sorpresa-novedad en la arenga de esta noche en el Grito de Independencia se da en el marco del discurso de empatía que el gobierno federal maneja, Aunque en los hechos han ocurrido situaciones que contradicen el discurso.
Como los diversos incidentes en los que personal del Instituto Nacional de Migración y de la Guardia Nacional han agredido físicamente a los migrantes que transitan por el sureste del país, en su mayoría, con rumbo a Estados Unidos.
Otro caso es el incendio en la estación provisional migratoria en Ciudad Juárez. El hecho ocurrido el pasado 27 de marzo provocó la muerte de 27 indocumentados y dejó 27 heridos.
Estas situaciones se dan en el marco de la crisis migratoria que existe en la región, con un récord tanto en la llegada de personas como en la solicitudes de asilo. El flujo del sur del continente e incluso de otros continentes se ha incrementado y, con ello, la necesidad de cooperación entre los gobiernos americanos por atender la situación.
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