Lhamo, la víctima de 30 años de edad, era una agricultora e influencer reconocida en la provincia de Sichuan, mientras hacía una transmisión en vivo en septiembre del año pasado su exesposo, Tang Lu, le roció gasolina y le prendió fuego.
La mujer murió dos semanas después de lo sucedido y su exmarido fue arrestado poco después, el pasado jueves fue acusado de homicidio, sentenciado a muerte y obligado a pagar una indemnización debido a que el tribunal calificó su crimen como “extremadamente cruel”.
Tang Lu ya tenía un historial de abuso hacia su ex esposa, ya que antes de que se divorciaran la golpeó repetidas ocasiones, posteriormente al divorcio él la buscó para volver a casarse pero no tuvo éxito, lo que lo llevó a asesinarla.
Este caso escandalizó al país completo y tuvo cobertura en todos los medios nacionales e internacionales convirtiendo a Lhamo en un claro ejemplo de cómo las mujeres viven violencia en sus hogares en China sin posibilidad de ser protegidas por las autoridades de sus agresores.
Meses antes de su muerte, el gobierno chino aprobó una ley en la que exige que las parejas que quieran divorciarse pasen por un periodo de “prueba” de un mes antes de terminar la relación, lo que generó preocupaciones ya que las víctimas podrían estar en peligro al no abandonar una relación peligrosa. VN
Con información de CNN World
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