Crónica | Más de 1800 días después, el beneficio de la duda

27 de Abril de 2024

Crónica | Más de 1800 días después, el beneficio de la duda

“Desde hace cinco años los padres nos hemos dedicado a buscar a nuestros muchachos. Ya no somos los mismos"

Más de mil 800 días han pasado desde que 43 estudiantes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos desaparecieron en Iguala, Guerrero.

Cinco años después, los padres han encontrado a mucha gente que se ha sumado a su exigencia, sintetizada en una oración: encontrar a sus hijos con vida.

A partir de las 4 de la tarde, la gran marcha por Ayotzinapa partía del monumento al Ángel de la Independencia, en el Paseo de la Reforma.

Los contingentes de estudiantes de las diferentes escuelas del Valle de México

—como la UNAM, la UAM, el Politécnico—

además de las normales rurales de Guerrero, Morelos, Chiapas, entre otros estados, llegaron a la cita.

En su mayoría, los estudiantes espetaban con un acento peculiar que alargaban cada sílaba con fuerza: “Pre-sen-ta-ción-con-vi-da”, pero al momento de pronunciar “Ni perdón ni olvido”, parecía retumbar desde el esternón hacia el exterior de los cuerpos, como si los estudiantes, desde ese clamor, intentaran traer con su voz a los normalistas desaparecidos.

Esas voces fluían sobre el Paseo de la Reforma a través de varios cauces hasta desembocar en el Zócalo de la Ciudad de México, pero los incidentes no tardaron en manifestarse a través de personas encapuchadas que comenzaron a pintar muros y fotografías a gran formato que estaban exhibidas en los corredores de la vialidad, pero más tarde esto escalaría en el incendio de marquesinas y los toldos de algunos comercios, en los vidrios rotos de tiendas, en el lanzamiento de gases lacrimógenos, en la provocación.

Las leyendas con espray en rosa y negro con “Estado asesino”, “Fue el Estado” y hasta la emblemática “Vivos se los llevaron…”

se leían en varios muros y hasta en los parabuses.

La parada obligada en el antimonumento a los 43 estudiantes desaparecidos donde la señora Blanca, madre de uno de los normalistas, a cada nombre que pronunciaba, un coro respondía “Presentación con vida”.

“Desde hace cinco años los padres nos hemos dedicado a buscar a nuestros muchachos. Ya no somos los mismos”, dijo el señor Estanislao, padre de otro normalista.

En el Zócalo, hacia las seis de la tarde, los padres y madres de los normalistas desaparecidos se alistaban para pronunciarse delante de Palacio Nacional, donde casi 11 horas antes el presidente López Obrador, en su conferencia mañanera, se comprometía a dar con el paradero de los jóvenes.

Pero una sombra de duda estuvo presente en cada frase de los padres mientras la tarde iba cayendo.

La frase más contundente vino de parte de uno de los padres de los normalistas, Emiliano Navarrete, quien pronunció que aunque la lucha no ha sido fácil durante estos cinco años, “hoy se abre una nueva esperanza con un gobierno que al menos ha tenido una postura positiva. Veremos si puede cumplir con su palabra o si solo nos está sobrellevando. Veamos el compromiso de este gobierno qué tan real es”.

Las palabras llegaban a varios manifestantes que entre cada participación aprovechaban para lanzar “Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”, mientras otros estudiantes de la Normal Isidro Burgos, formaban una cadena humana apoyada con un cordón a manera de reforzaminento de la seguridad.

https://twitter.com/EjeCentral/status/1177378705108361216?s=20

A esto se sumó Mario César González Contreras, quien recordó “tenemos empeñada la palabra de señor Presidente, pero esa palabras debe ser cumplida para tener confianza. Es momento de ser un poco más duros con las dependencias que no quieren dar la información. No sólo con las buenas intenciones (…) el coraje que tenemos es mucho, pero la esperanza es más grande”.

Si bien desmanes seguían lejos del templete, Vidulfo Rosales, asesor legal de los padres de los normalistas, tomó la palabra para pedir a los estudiantes que se mantuvieran en sus lugares y, sobre todo, no calleran en ninguna provocación.

Las palabras de María Elena, madre de otro estudiante, avivaron la incertidumbre, pues si bien “parece que hoy hay una luz de esperanza, hay un diálogo, pero no confiamos hasta ver que los hechos hablan por sí mismos”.

ES DE INTERÉS

Usan marcha por 43 de Ayotzinapa para destrozar y saquear

Los normalistas de Ayotzinapa, ¿siguen vivos?

#EjeMatutino | Ayotzinapa, declaratoria de emergencia y revocación de mandato

Veremos si nuevo gobierno cumple su palabra: Padres de los 43