Pasaban las nueve de la noche del 15 de septiembre de 1910 y en los salones de Palacio Nacional más de 10 mil invitados se habían dado cita. Lámparas eléctricas, esculturas y espejos, decoraban el lugar y más de 150 músicos amenizaban la velada interpretando valses austriacos.
Porfirio Díaz y su esposa Carmen Romero Rubio, tomados de la mano, ingresaron al salón, agradecieron a sus invitados y dieron inicio a la primera cena de gala en conmemoración de la Independencia de México, en esa ocasión, el centenario.
A 109 años, muchas cosas serán diferentes. Con la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador y la política de austeridad que promueve su gobierno, esas cenas terminaron.
Aunque al siguiente año de lo que llamó “el fraude electoral” de 2006, el tabasqueño encabezó su propio grito de Independencia desde San José Tenango, Oaxaca, este se convertirá en su primera celebración como Presidente de México.
Desde las cuatro de la tarde, como no se había visto, en la plancha de la Plaza de la Constitución se realizarán representaciones artísticas de cada uno de los estados y que el orden de participación fue definido por los famosos niños gritones de la Lotería Nacional.
Por la noche, la música se hará presente con Eugenia León, La Original Banda El Limón y el Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe (Cecam), todo transmitido y conducido, por primera vez, por los medios del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano.
Los fuegos pirotécnicos no cambian, tampoco la logística del grito, a excepción de la celebración al interior de Palacio Nacional. Con aguas frescas y antojitos, se sustituirá el banquete de 12 tiempos ofrecido por Porfirio Díaz y la gran mayoría de los mandatarios que lo sucedieron.
Y aunque sí se tiene pensado invitar a más de 600 personas, la misma cantidad que al Primer Informe, estas no saldrán por los balcones aledaños al principal, por donde López Obrador dará su primer grito de Independencia.
A la par, la exantigua residencia de Los Pinos, abrirá sus puertas para unirse a la celebración. Celso Piña, quien había sido contratado para degustar con sus interpretaciones, será homenajeado con su música y canciones a poco menos de un mes de su muerte.
Como es costumbre, el 16 de septiembre la celebración continúa. El desfile cívico-militar organizado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la de Marina (Semar), incluirá a los 32 estados, y carros alegóricos que representen las tres transformaciones: la Independencia de México, la Guerra de Reforma y la Revolución Mexicana.
Otro carro, como lo ha prometido el mandatario, representará las “acciones del gobierno de la Cuarta Transformación ha emprendido para lograr el desarrollo con bienestar para los mexicanos que menos tienen”.
A un mes y medio de su salida a las calles, la Guardia Nacional será el nuevo elemento del desfile, pero a ella se le sumarán, por primera vez, cuerpos civiles de seguridad similares, como Argentina, Chile, España, Italia, Portugal y Polonia.
La celebración es la misma, pero con el nuevo gobierno, las formas y los modos cambian, y en esta fecha no será la excepción.
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