Depresión

31 de Octubre de 2025

Rebeca Pal

Depresión

REBECA PAL

›Estoy cansada de que los medios, la sociedad, la iglesia y nuestra familia nos digan que tenemos que estar bien. También es válido sentirse mal.

La depresión es una enfermedad psicológica que afecta a 350 millones de personas en todo el mundo. Inicia desde una temprana edad, es recurrente y afecta la calidad de vida de quien la tiene. Las mujeres tienden más a padecerla que los hombres, pero el nivel de gravedad varía de acuerdo a la persona y tiene que tratarse de forma individual.

Síntomas somáticos

  • Bajo desempeño laboral y afectación de las actividades cotidianas.

  • Dificulta las relaciones interpersonales.

  • Incrementa el riesgo de suicidio y uso problemático de alcohol y drogas.

  • Es causa de tensión y estrés en la familia y, cuando la madre la padece, tiene efectos negativos sobre los hijos.

  • Aumenta la duración promedio de las enfermedades físicas y su discapacidad.

Se puede clasificar en: un estado de ánimo decaído que es pasajero, un grupo de síntomas medianamente pasajeros y un trastorno afectivo que se prolonga por meses o años y que interfiere con las actividades cotidianas de la persona. El último es el más delicado y necesita de atención profesional.

La depresión viene acompañada de síntomas psicológicos y físicos. Se origina por múltiples factores como podrían ser: la genética, sucesos estresantes, experiencias traumantes, discriminación, alguna pérdida, etc.

Hoy en día son muchas causas las que maquillan la depresión, y van desde el no tener acceso a los servicios de salud hasta el temor y la vergüenza. Datos de la Organización Mundial de la Salud revelan que 56% de las personas con depresión no recibe la atención adecuada y esto genera que las repercusiones aumenten.

En México, esta patología aparece como las primeras causas de consulta en el IMSS, ISSSTE y hospitales de la red nacional. Aproximadamente tres millones de mexicanos la padecen y se estima que 25 millones podrían desarrollarla.

Éstos son algunos de los síntomas:

  • Sentimiento de vacío.

  • Pérdida de interés por las cosas que antes se disfrutaban.

  • Comer mucho o carencia de hambre.

  • Insomnio o exceso de sueño.

  • Experimentar lentitud en los movimientos, sentir el cuerpo pesado o sentir intranquilidad.

  • Sentir apatía o fatiga.

  • Sentimientos de culpa, impotencia o inutilidad.

  • Dificultad para concentrarse.

  • Pensar mucho en la muerte.

Compartiendo un poco de mi poca experiencia personal, les quiero expresar mi humilde opinión.

No nos debería dar vergüenza pedir ayuda cuando estamos mal, cuando vemos que no podemos resolver o sanar un conflicto. Estoy cansada de que los medios de comunicación, la sociedad, la iglesia y hasta nuestra familia, nos digan que tenemos que estar bien. Créanme que también es válido sentirse mal. Que no se nos olvide que somos humanos y que nacimos con todo el paquete de emociones incluido. Lo que nos enferma son los extremos, no nuestros sentimientos. Sentir alegría es lo normal, sentir euforia es el extremo. Sentir miedo es normal, sentir pánico es el extremo. Sentir tristeza es normal, sentir depresión…es el extremo. Si quieres vivir en paz, no vivas en los extremos.

No nos confundamos por lo que nos han hecho creer. A este mundo no venimos a ser felices, eso es una promesa hipócrita. Venimos a vivir y nuestra responsabilidad es buscar nuestro bienestar emocional y físico hasta que nos toque partir de este mundo. Nuestro bienestar nos dará tranquilidad y, sólo así, podremos entender lo que es la felicidad.

Si tienes un quiebre en tu vida, tómalo como una oportunidad para renovarte, para ser creativo y convertirte en la mejor versión de ti mismo. Las cosas sólo cambian cuando aprendes a mirarlas con otros ojos. Y sin lágrimas se ve mejor.

@RebePal