El cada vez más débil enlace de Videgaray con Trump

29 de Abril de 2024

El cada vez más débil enlace de Videgaray con Trump

22 JUAN PABLO 91

Kushner perdió poder en la Casa Blanca, esta es una mala noticia para el canciller Videgaray

Donald Trump piensa en México como una plataforma para llegar a su base electoral. El muro, el Tratado de Libre Comercio, la migración y seguridad son las promesas que ha hecho y que de alguna forma ponen a nuestro país en una situación de incomodidad y con poco margen de maniobra para buscar una mejor relación con la actual administración de la Casa Blanca. La relación entre México y Estados Unidos se encuentra en uno de sus puntos más bajos en años, tal y como lo registró el Washington Post durante la última visita de Rex Tillerson a México, aunque el tema no solamente sea con nuestro país.

La política exterior de la administración Trump en general es un desastre sin pies ni cabeza, aparte del desdén a la comunidad diplomática estadounidense, tiene múltiples frentes abiertos y ningún liderazgo claro.

›Con Nikki Haley como representante ante Naciones Unidas, Rex Tillerson al frente de la Secretaría de Estado y Jared Kushner con las relaciones de Medio Oriente, China y México, el poder e influencia estadounidense se han dispersado lo suficiente para que ahora México sufra de complicaciones mayores de las que ya tiene.

Luego de una reunión desastrosa entre el entonces candidato Trump y el presidente Enrique Peña Nieto, Videgaray tuvo que separarse de su cargo como secretario de Hacienda por haber sido el promotor de ésta y porque tuvo uno de los costos más altos para el presidente Peña Nieto, no sólo por el golpe mismo de la reunión, sino por su cercanía y necesidad de colaboración con Videgaray.

Pasaron algunos meses para que el ahora canciller se incorporara a su nueva responsabilidad que le fue asignada en Relaciones Exteriores con una instrucción muy clara del presidente Peña Nieto: atender y darle prioridad a la relación con Estados Unidos y Donald Trump, gracias a su cercanía con Jared Kushner, yerno del presidente Trump, esposo de su hija Ivanka, y uno de los personajes más cercanos al mandatario estadounidense.

Luis Videgaray fue muy criticado cuando al llegar al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y afirmó que llegaba a aprender a un puesto que requiere conocimiento profundo y experiencia probada.

Manejar la política exterior mexicana con sus retos, complicaciones y falta de identidad a últimas fechas, no es una tarea sencilla para nadie del Servicio Exterior Mexicano, y mucho menos para alguien que llega de fuera a reconocer públicamente el reto como lo hizo Videgaray. Pero la relación de Videgaray con Kushner parecía un buen boleto de acercamiento para cumplir la instrucción; sin embargo, se fue convirtiendo en el único punto de enlace más allá de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio.

Luis Videgaray ha visitado extraoficialmente Washington DC en cuatro ocasiones en tan sólo mes y medio. Si bien la visita de Tillerson fungió como un buen gesto de acercamiento con México y América Latina, la realidad es que Trump no reconoce una política de acercamiento con la parte sur del continente y ha dejado al mismo Tillerson a tareas secundarias por detrás de Halley y Kushner.

Hace un par de semanas, el secretario Videgaray presumía el acercamiento y relación de México con Estados Unidos a pesar de Trump, y anunciaba una próxima reunión entre ambos mandatarios. Las razones por las que Videgaray pensó que una reunión entre Peña Nieto y Trump en estos momentos electorales sería una buena idea son aún una incógnita. Es claro que para Trump, juntarse con el presidente Peña Nieto no le suma con su base, y para Peña juntarse con Trump es tóxico, ambos en tiempos electorales, pero ¿por qué cometer el mismo error? El fin de semana el periódico Washington Post, que hoy por hoy cubre mejor que nadie la relación entre Peña Nieto, Trump y sus respectivos equipos, publicó en exclusiva información sobre una llamada “tensa” de casi 50 minutos que sostuvieron Peña y Trump; misma que terminó por cancelar la reunión que tanto trabajaba Videgaray con Kushner.

TOP SECRET. Trump afirmó que no tomaría la decisión final sobre el acceso a información de alto secreto de su yerno, por lo que dejaría que John Kelly tuviera la última palabra.

El problema para Luis Videgaray y Enrique Peña Nieto no está en la imposibilidad de acordar un encuentro con Trump. Por el contrario. Ha sido una bendición disfrazada la cancelación de último minuto. Quizá para Peña lo mejor que le podría pasar es terminar el sexenio sin reunirse con Trump para evitar que envíe una señal y mensaje de rechazo a su gobierno. El problema más bien reside en que la relación bilateral que han planteado se enfoque sólo en Jared Kushner, quien cada vez pierde más poder e influencia ante personajes como John Kelly y Mike Pence. De hecho, el mismo Washington Post publicó esta semana que “funcionarios de al menos cuatro países han discutido en privado formas en que pueden manipular a Jared Kushner, yerno y asesor principal del presidente, aprovechando sus complejos arreglos comerciales, dificultades financieras y falta de experiencia en política exterior, de acuerdo con actuales y anteriores funcionarios estadounidenses familiarizados con informes de inteligencia sobre el asunto. Entre esas naciones que discutieron formas de influenciar a Kushner en su beneficio fueron los Emiratos Árabes Unidos, China, Israel y México.” La autorización de seguridad interna de Kushner fue degradada la semana pasada del nivel secreto superior, lo que debería restringir el acceso regular que ha tenido a la información altamente clasificada. Una señal de las batallas que va perdiendo y el terreno que cede ante los grandes pesos que rodean a Trump, comenzando por Kelly.

El distanciamiento de Kushner es una mala noticia para Videgaray que centró su atención y estrategia en el esposo de Ivanka. Ni Ildefonso Guajardo con Wilbur Ross ni otro miembro del gabinete de Peña Nieto ha logrado acercarse a Trump para evitar un daño mayor en lo que será un año difícil entre elecciones, el muro y el Tratado de Libre Comercio. En la medida que Kushner siga perdiendo poder, el gobierno de México tendrá que pensar en estrategias, mas allá de las relaciones personales para contener a un presidente dispuesto a destrozar discursivamente nuestro país para sacar raja política.