El candidato ganador deberá pactar con el crimen organizado

10 de Diciembre de 2024

El candidato ganador deberá pactar con el crimen organizado

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Hace más de una década que la religiosa que dedica su vida a atender a migrantes en Tamaulipas, tiene toda la autoridad para hablar de la violencia, y ahora habla, en exclusiva para ejecentral, de lo que pasa inadvertido, previo a las elecciones

“Acá en la frontera la ley es el crimen organizado, son las leyes de ellos las que están vigentes”, asegura la reverenda anglicana Elizabeth Bustillos. Ella se dedica a la atención a migrantes y es la misma a quien un grupo del narcotráfico de Tamaulipas le asesinó a su hijo de 13 años, apenas en enero de 2020.

A un kilómetro del templo de San Esteban, relata, “encontré el cuerpo de mi hijo, ahí estaba. Como había llovido y hecho tanto frío no tenía sangre, pero tenía un balazo entre su nariz y su boca, tenía un solo disparo en la carita, había moscas en su alrededor. Empezaba a salir el sol, pero hacía mucho frío y creo que ayudó el clima a que no estuviera muy fuerte la descomposición de su cuerpo, estaba muy fácil de identificar. Mi niño no tenía los tenis puestos, los tenía acomodados a un lado de los pies, solamente estaba en calcetines, y el pantalón y la camiseta, como que lo movieron del lugar y ahí lo colocaron. Estaba colocado con sus manos juntitas como con respeto”.

En 2009, a un lado de la iglesia de San Esteban en Río Bravo, Tamaulipas, Elizabeth fundó un albergue que consolidó con apoyos internacionales. Su trabajo no pasó desapercibido para las bandas criminales de la región, que la intentaron extorsionar y también ofrecerle dinero, pero nada aceptó.

Durante siete años, recuerda Elizabeth Bustillos, todos los lunes recibía las mismas llamadas: “Me decían si quería que mi niño perdiera un dedito, una oreja; ‘lo vamos a secuestrar, sabemos en qué escuela lo tiene, queremos dinero’, pero les dije ‘no tengo'; me estuvieron molestando mucho”.

En el albergue atendía no sólo a los migrantes, también a las mujeres violentadas, a los indígenas. Incluso a los jóvenes halcones que cuidaban esa zona de la ciudad donde estaba la iglesia. “Les ofrecía de comer y les llegué a regalar bicicletas. Fue uno de estos apodado El Cinco, quien supuestamente entregó a mi hijo a sus asesinos”.

Con el asesinato de su hijo David, la religiosa decidió cerrar el albergue y solicitar su traslado a la iglesia anglicana en Estados Unidos, para instalarse en el templo del Adviento en Bronswille, Texas. Pero el trámite no ha terminado. Para concretar el cambio, debió solicitar una visa de trabajo que aún espera.

Elizabeth Bustillos
Trabajo social. La reverenda ha trabajado desde hace una década para apoyar migrantes, mujeres violentadas e indígenas. Foto: @Busqueda_MX

Al cierre de su lugar se fue a Reynosa para colaborar con el albergue del pastor Fernando Ramos, de la iglesia Pentecostal; en los últimos meses regresó a Río Bravo para dar clases en una primaria, pero de forma temporal.

Más violencia

Desde hace más de una década, Elizabeth Bustillos se ha dedicado a la atención y

protección a los migrantes. Con el tiempo se dio cuenta que los albergues en la frontera son “un favor que se les hace a los narcos, les cuidamos el producto en lo que

ellos lo pasan a Estados Unidos, en realidad es algo bueno lo que hacemos, pero les favorece a los narcos”.

Historias de abusos a los migrantes ha escuchado miles, pero varios “nos contaban que el gobierno y el Ejército dicen en las noticias que rescatan migrantes de alguna casa, pero eso no es cierto. Llegan a las casas donde los tienen tres o cuatro camionetas de soldados, con una lista que ya llevan. Les preguntan '¿cuánto le pagaste al coyote para pasar?’, pues mil 500 o dos mil dólares. ‘Muy bien; a mí (les dicen los soldados) me vas a dar mil 200 dólares’ y les preguntan '¿quién lo pagó? Tú o la familia en Estados Unidos? Si son los familiares, los hacen comunicarse para que les den mil dólares, porque si no, se van a quedar. Ya los tiene secuestrados el Ejército”.

“No son todos los soldados. Creo que es sólo un grupo, un general, un capitán, no lo sé. Es una persona al frente de esos soldados. No creo que ellos tomen la iniciativa de secuestrarlos”, comenta.

Elizabeth Bustillos explica que la religión la llevó a las ciudades más violentas del país, donde la corrupción ha permeado en prisiones, fiscalías, presidencias municipales y hasta gobernadores.

Los abusos a los migrantes forman parte de la violencia en la entidad, pero la reverenda advierte que en fechas recientes “se ha incrementado notablemente previo a las elecciones desde Matamoros hasta Nuevo Laredo”.

Ha habido otra vez —cuenta— muchas balaceras y desapariciones. Están en tiempos de política, el narcotráfico está haciendo convenios con los candidatos. Si no quieren pactar con ellos, entonces eliminan a las personas que no quieren pactar. Han robado mucho a transeúntes que vienen de Estados Unidos de paseo. Ha habido muchos secuestros.

Elizabeth Bustillos es directa, considera que el candidato que gane las elecciones el próximo 5 de junio, y del partido que sea, hará “un pacto por miedo o por dinero con el crimen organizado”, porque “acá en la frontera, la ley es el crimen organizado, son las leyes de ellos las que están vigentes”.

Sobre el papel de las iglesias en Tamaulipas consideró que éstas pueden aportar una solución pacífica con su labor, pero deben visibilizar “el problema que tenemos”, que es la violencia.

Elizabeth Bustillos
Apoyo desde la fe. La reverenda anglicana Elizabeth Bustillos (derecha) fundó en 2009 un albergue que consolidó con apoyos internacionales.

Las iglesias, cuestiona, “están muy a favor de no abortar, de no permitir el matrimonio igualitario, pero ¿eso en qué nos afecta?, en la frontera lo que nos afecta es la violencia armada, no sólo verbal, de parte del crimen organizado”.

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