El efecto del cambio climático en los ingresos de Pemex

27 de Abril de 2024

El efecto del cambio climático en los ingresos de Pemex

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Derivado de la descarbonización del mundo para atacar el efecto invernadero, en dos décadas los ingresos de la petrolera del Estado caerán 84 por ciento

Las nevadas en Estados Unidos que generaron apagones en México por la falla del suministro de gas natural, son atribuibles al cambio climático, y ante el interés del mundo (195 países) de combatirlo, la agenda de compromisos internacionales incluye la reducción de emisiones de carbono. Esto provocará un socavón o reducción de 13 mil millones de dólares en las finanzas públicas de las economías “petrolizadas”. Aunque en México la reducción podría ser equivalente al 84%, revela un reporte del think tank Carbon Tracker, una organización global sin fines de lucro.

El reporte señala que ante una menor demanda de combustibles fósiles, algunos de los mayores productores de petróleo en el mundo deben reconocer ya la situación futura y actuar desde ahora para reducir la dependencia de los ingresos petroleros. Aunque para ello “probablemente se requerirá una política fiscal sostenible, reformas fiscales, y el desarrollo de otras industrias”. Actuar hasta que disminuya la demanda del hidrocarburo será “demasiado tarde”.

Algunos países, señala Carbon Tracker, tendrán que ser “más proactivos para reducir el gasto, aumentar o crear nuevos impuestos y diversificar la economía”. En este último rubro, señalan el ejemplo de Nigeria, que destinó millones de dólares para invertir en energía renovable, turismo y mil 600 millones para un puerto marítimo en aguas profundas. Es decir, incentivaron la inversión en el sector no petrolero para construir nuevos motores para la economía en lo laboral, fiscal y comercio exterior para la generación de divisas.

Rumbo a menores precios del petróleo, por ejemplo, en la región de Oriente Medio aplicaron impuestos como al valor agregado (IVA) y en países como Nigeria, Angola e Irán disminuyeron los subsidios a combustibles. Esto tuvo un doble efecto, redujo el gasto de los gobiernos y desincentivó el consumo de combustibles fósiles.

Lo señalado por la consultora contrasta con el caos mexicano, porque el gobierno de Andrés Manuel López Obrador decidió construir una refinería de 8 mil millones de dólares en las inmediaciones del puerto marítimo de Dos Bocas, Tabasco. Esto a pesar que se sabe que ya hay fecha para lo que será la sepultura del motor de combustión interna para vehículos.

Según el equipo de analistas de Bloomberg NEF, especialistas de energía en seis continentes para la agencia de noticias Bloomberg, la demanda global de petróleo llegará a su máximo en 2035 y después disminuirá a razón de 0.7% anual para regresar a los niveles de 2018 en el año 2050.

El año del consumo máximo coincide con la fecha que fijó General Motors para que todos sus vehículos a la venta sean eléctricos. Es decir, la armadora sepultará la producción de motores a gasolina y diésel antes del 2035. Incluso Bloomberg NEF, considera que en 2025 el precio de los vehículos eléctricos será similar al de los vehículos con motor de combustión interna.

PEMEX, el impacto

A las economías petroleras, Carbon Tracker las denomina “PetroEstados”. El impacto global en los ingresos será de 13 mil millones de dólares, aunque para las 40 economías más dependientes del petróleo, la afectación será de casi 70 de cada 100 dólares. Es decir, 9 mil millones de dólares menos de facturación en las próximas dos décadas. Esto principalmente por los menores precios del hidrocarburo.

México es el decimocuarto mayor productor de petróleo del mundo, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés). Según Carbon Tracker, nuestro país reportará la sexta mayor contracción en los ingresos futuros con una baja de 84.0%, superado por el 87.0% de Sudán; el 88% de Colombia y Camerún; el 93.0% de Timor Oriental, y el 94% de Surinam.

Datos de la Secretaría de Hacienda muestran que en 2020 los ingresos propios de Petróleos Mexicanos (Pemex) se desplomaron 24.9% en términos reales. Es la caída más pronunciada en al menos 30 años. El monto fue de 412 mil 671 millones de pesos, cifra que resultó la más baja en 15 años, esto motivado por el desplome de precios por el coronavirus y una marginal contracción en la producción.

A septiembre del año pasado, Pemex reportó un saldo de deuda de 110 mil 259 millones de dólares (2.48 billones de pesos), cifra con la cual algunas publicaciones especializadas la ubican como la petrolera con la mayor deuda en el mundo. Por ese pasivo con costo (deuda), la empresa insignia del presidente López Obrador pagó en promedio 83 millones de dólares diarios o su equivalente en pesos: mil 860 millones de pesos, para un total de 502 mil 139 millones de pesos (22 mil 360 millones de dólares).

Para tener una noción de lo que representó el pago de intereses de la deuda de Pemex, basta decir que el gasto de nueve meses (enero-septiembre) equivale a 3.5 veces el gasto presupuestal de 2021 para la Secretaría de Salud (145 mil 415 millones de pesos).

Además, en los primeros nueve meses la mayor empresa del Estado reportó pérdidas por 582 mil 876 millones de pesos (25 mil 955 millones de dólares). Para un comparativo de esos números rojos, basta comentar que ese descalabro equivale a casi 10 pesos (9.3) de cada 100 que gastará el gobierno federal en toda la administración pública en 2021.

Por si fuera poco, Pemex está en quiebra técnica por 2.5 billones de pesos (112 mil 780 millones de dólares), porque su deuda (con costo y sin costo: proveedores) supera sus activos.

Por todo esto, Carbon Tracker señala que los Estados deberán moderar sus inversiones en combustibles fósiles o bien fomentar la inversión privada. Para el caso de México, eso está en duda porque el presidente dice que “el petróleo es la sangre de México, es la historia de nuestro país”.

Además de que insiste en su discurso de que su gobierno tiene “que rescatar nuestras empresas públicas: Pemex”.

En ese escenario, México se encuentra en un estatus de vulnerabilidad medio, en un nivel 3. Los países con mayor riesgo, son Irak, Guinea Ecuatorial y Sudán del Sur (Nivel 1) por el grado de dependencia de los ingresos petroleros, respecto de sus ingresos totales (89.0%, 81.0% y 78.0%, respectivamente).

Para nuestro país, la dependencia es de 18.0%; sin embargo, es momento de diversificar. Los apagones en todo el país han sido tomados por los especialistas como otra señal de que la industria energética en México se debe modernizar.