El equilibrio

28 de Abril de 2024

Diana Loyola

El equilibrio

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En el día a día, los horarios, el trabajo, la prisa, el tráfico vehicular... Todo tiende a hacernos caer en rutinas, repeticiones que nos dan la impresión de que pocas cosas cambian. Nos volvemos como móviles , moviéndonos al ritmo de la vida con pasmosa regularidad. Hasta que un día las cosas cambian y el movil pierde piezas, entra en desequilibrio, en movimiento aparentemente sin control y nuestra vida se vuelve frágil e incierta.

Yo tuve un sueño muy revelador al respecto, soñé que andando en bicicleta, me estrellaba contra paredes, autos, árboles… y cada que retomaba la bici me subía con más miedo, hasta que hacía un alto, tomaba mi bici y me preguntaba: ¿qué debo hacer para sentirme más cómoda, confiada y en equilibrio al pedalear? Al contarle mi sueño a un gran amigo y terapeuta me dijo: “en periodos como éste que vives, de desequilibrio y fragilidad, lo mejor es ser paciente y observar, para poder crear un nuevo orden, una nueva armonía”, y me dió la imagen del móvil. Llevé esta reflexión al grupo de terapia y mi amiga Claudia (una de las participantes) me dice que al final todos somos equilibristas, que caminamos por la cuerda floja tratando de avanzar sin caer. Muy generosa nos compartió un video de Janine Antoni, una chica que cuenta su experiencia como equilibrista.

El video me pareció precioso, pero la perspectiva de Janine me resulta de una sabiduría maravillosa. Ella relata cómo después de una semana de practicar una hora diaria caminando sobre una cuerda floja, empezó a sentir que estaba descubriendo su equilibrio, no porque se sintiera más balanceada si no porque comprendió que se sentía más cómoda (y diría yo, confiada) estando en desequilibrio, que más allá de sentirse nerviosa y sobrecompensada, entendió que debía compensar solo lo suficiente y deseó poder llevar eso a su vida.

Para mí es inspirador, pues en estos momentos de grandes y profundos cambios en mi vida, la idea de encontrar un nuevo equilibrio, confiando, balanceando, disfrutando el proceso, creciendo en consciencia, haciendo lo necesario para sumar al bienestar, compensando sólo lo suficiente, sin desgastes ni dramatismos, resulta un respiro, una oportunidad.

Avanzar un paso a la vez, un día a la vez, creando el horizonte sobre el cual deseo caminar, es mi meta. Gracias al universo, que siempre confabula a favor y que es generoso, he contado con muchísimo apoyo, pero sobre todo estoy contando conmigo, con mis pies que avanzan y se balancean a cada paso.

El equilibrio es más que solo no caer, es aprender a sentirnos cómodos y confiados a pesar del vértigo, es saber que, aunque el viento nos juegue chueco o la cuerda no esté del todo tensa, podemos seguir avanzando.

La vida es muy mágica y misteriosa y todos vamos así, venciendo dificultades y encontrando nuestro propio ritmo y balance en medio de la incertidumbre, la novedad y hasta el miedo.

¡Hasta la próxima!.

@didiloyola