Una de las obras insignia de la 4T, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), aún no puede despegar como el Gobierno Federal quisiera. Inmerso en varias fallas, como la interconexión con la Ciudad de México, al carecer de un transporte efectivo y barato, a lo que hay que sumar que el tiempo de traslado, y las pocas opciones de horarios y rutas. Todo esto ha frenado su despegue, como una alternativa al saturado aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México, a siete meses de su inauguración.
El gobierno no ha podido atajar a las voces críticas que lo catalogan como un “elefante blanco” del presidente Andrés Manuel López Obrador. Y no es sencillo, pues los gastos de operación y mantenimiento son crecientes, tanto que son casi 67 veces más en el AIFA por el costo por pasajero, en comparación con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Es por eso que con mucha urgencia el gobierno está buscando la fórmula para poder darle mayor juego al AIFA. Desde abrir el cabotaje a aerolíneas extranjeras, es decir, que puedan operar rutas dentro de territorio nacional; hasta mandar una comitiva a Washington para convencer y ofrecer cambios a la Ley de Aviación Civil, con la finalidad de regresar a la Categoría 1, la que se perdió en mayo de 2021 por una falta de los mínimos estándares de seguridad internacionales para la operación y despacho de aeronaves.
Recursos y crecimiento
Es indispensable para México cumplir con las reglas de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), porque es la única forma de que puedan abrirse nuevas rutas hacia Estados Unidos, y a todas los trayectos que atraviesen el territorio estadounidense.
Y es que mientras nuestro país no tenga la certificación de un espacio aéreo seguro, por la Agencia Federal de Aviación Civil (FAA, por sus siglas en inglés), no puede ni siquiera mover vuelos del aeropuerto capitalino al del AIFA, los cuales tengan como destino la Unión Americana o transiten por su espacio aéreo.
Y aunque está limitado en las rutas al extranjero y por consecuencia una restricción en la oferta de interconexión a vuelos internacionales, el gobierno apuesta a que la obra administrada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), por medio de la empresa Olmeca-Maya-Mexica, pueda tener más trayectos nacionales, por lo que estiman necesitar más recursos para su operación durante 2023.
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La Sedena para este 2022 pidió un presupuesto de 419 millones 449.1 mil pesos para comenzar a operar el AIFA, que hasta el momento ha tenido un costo de mil 345 pesos por viajero, mientras que el de la Ciudad de México ha sido de 20.20 pesos, sólo un 1.5 % en comparación con el aeropuerto de Santa Lucia.
Aunque la Defensa ya hizo su carta adelantada a los “Reyes Magos” y espera que se le asignen el doble de esos recursos para 2023. De acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF), ha solicitado 836 millones 230.3 mil pesos. En comparativa, el AICM este año nos está costando 680 millones 854 mil pesos, o 261.4 millones más que el AIFA, pero ha transportado 102 veces más pasajeros en comparación con el nuevo aeropuerto.
El presupuesto del aeropuerto capitalino de este ejercicio fue distribuido en: conservación y operación de infraestructura aeroportuaria (23 millones 119.2 mil), mantenimiento de infraestructura (277 millones 664.3 mil), proyectos de construcción aeropuertos (334 millones 713.3 mil), y estudios de preinversión (45 millones 355 mil). Y además de enero a septiembre ha tenido un flujo de 33 millones 712.9 mil pasajeros.
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En tanto, la Sedena señala que los recursos solicitados en el Presupuesto 2022 para el AIFA fueron para el pago de nómina, y no se incluyen pagos por mantenimiento, ya que ello se considera que al ser nuevo y recién inaugurado está dentro del presupuesto de la construcción.
Donde hay que poner atención es en los números de pasajeros. Durante septiembre, el número de viajeros en el aeropuerto Felipe Ángeles casi se duplicó con respecto a las cifras de agosto, pasó de los 53 mil 580, a los 102 mil 457, lo que significó un incremento del 91.22% entre esos dos meses. Pero apenas esa cifra representa el 2.6% de los 3 millones 867.6 mil que trasladó el Benito Juárez en septiembre.
De la comitiva enviada a Washington para negociar y reconsiderar la calificación en Categoría 1, el gobierno de México ha dicho que se ha comprometido para solventar las observaciones de seguridad aérea para diciembre de este año, por lo que en abril se podría cambiar al estatus más alto. Sin embargo, información de la agencia Reuters indicó que la FAA no ha llegado a un acuerdo como anticipó la administración del presidente López Obrador, lo que pone el camino complicado al costoso AIFA.
›La terminal capitalina transportó el pasado septiembre a 3 millones 867.6 mil pasajeros; mientras que a través del aeropuerto Felipe Ángeles viajaron 102 mil 457 personas. Si bien el crecimiento del AIFA es paulatino, representa apenas el 2.6% de lo que opera el AICM.
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