Casi una década tardó en construirse una gran obra en Coatzacoalcos, que es un túnel sumergido en ese puerto, único en todo América Latina. La obra, dicen los que saben, tuvo un costo superior a los cinco mil millones de pesos y es una de las que han llamado la atención a los investigadores de la PGR y el SAT porque existe la sospecha que por ahí se dio una importante comisión para el gobernador con licencia, Javier Duarte, y su amigo, socio y ahora se ve, también cómplice, Moisés Mansur Cysneiros. Pero ahora los que saben también están señalando que el verdadero negocio del Túnel de Coatzacoalcos no fue la obra en sí mismo, sino los bienes raíces. Oséase, lo que están apuntando, es que las autoridades harían muy bien en ver quiénes y cuándo adquirieron esos terrenos, y quién y cuándo autorizó esa obra. Dos personas, señalan, pueden darles datos interesantes que puede ponerlos en una pista certera sobre dónde buscar, quien fue primer secretario de Finanzas de Duarte, Tomás Ruiz, actual secretario de Infraestructura y Obras Públicas, y William Knight, el delegado de la SCT en el estado que, por cierto, es suegro del presidente del Senado, Roberto Gil.