A pocos días de que el papa Francisco pise suelo canadiense, miles de los primeros habitantes del país esperan sanar las heridas que han sufrido debido a la agresiva política de integración del gobierno con ayuda de los representantes de la fe católica.
El pontífice llegará este domingo a Canadá, y se espera que el lunes visite Maskwacis, una de las comunidades originarias que por décadas sufrieron el secuestro y desaparición de sus niños en los internados de gobierno. En la agenda se contempla también un encuentro en uno de estos centros educativos gestionados por la iglesia, en los que los niños indígenas eran ingresados por la fuerza.
“Las disculpas del Papa tendrán grandes consecuencias”, dijo a AFP Wilton Littlechild, quien pasó 14 años en varios de esos centros. “Después de una disculpa, la gente puede empezar a curar sus heridas y llegar a la conclusión —al menos para algunos—, de que por fin hay algo de justicia, y entonces se podrá hablar de reconciliación”, puntualizó.
Además de unas disculpas, muchos de los integrantes de las tribus que aún permanecen, esperan otras muestras de apoyo del pontífice, tales como ayuda para preservar su lengua y costumbres. Y si bien el papa Francisco ya ha lamentado lo ocurrido a nombre de la iglesia católica, para los primeros habitantes es muy importante que lo haga dentro de su propia tierra, ya que de esta forma tendrá un mayor impacto, sobre todo porque en las culturas indígenas, la tierra de los antepasados es de particular importancia.
Canadá lleva años lidiando con este pasado, y el descubrimiento en los últimos meses de los restos de cientos de niños indígenas enterrados en tumbas sin nombre en los emplazamientos de las escuelas marcó en la conciencia nacional la realidad de cómo el Estado y la Iglesia católica los hicieron sufrir.