"El PRI necesita gente sin mañas y de cola corta"

27 de Abril de 2024

“El PRI necesita gente sin mañas y de cola corta”

La más joven de los contendientes se describe como "hija de Dios", buena cocinera de mariscos y a quien le gusta el box y armar legos; además se dice capaz de dar el knockout en la elección de un partido al que le hace falta “una transfusión de sangre”

jcrodriguez@ejecentral.com.mx

PERFIL. Lorena Piñón tiene 35 años y es originaria de San Rafael, Veracruz. Es abogada egresada de la Universidad Veracruzana. Militante activa de PRI desde los 17 años. Ha sido presidenta adjunta del PRI estatal, consejera política nacional, directora del Instituto de la Juventud Veracruzana y delegada de la SRE en Veracruz.

¿Ha muerto el PRI?

—En política no hay muertos. El PRI es un partido que da para mucho más. No te puedes imaginar a México sin un PRI. Desde que era pequeña, mi abuelita me hablaba de lo que el partido hacía, me dijo que las instituciones las había forjado el PRI; ella fue la que me inculcó el amor al partido.

¿Qué cambios tendría que haber al interior del PRI para que vuelva a ser una opción viable?

—Tenemos que reivindicar a la militancia. Creo que llegó un momento en el que la cúpula se desconectó del trabajo en territorio. Creo que lo que hace falta es comenzar desde abajo y revalorar a aquellas personas que, hasta el año pasado, estuvieron caminando casa por casa para pedir el voto para el partido. Tenemos que olvidarnos del tema de las cúpulas y saber que la única manera de reposicionarnos es regresando al trabajo en tierra.

Nos cuentan que te gusta mucho el box...

—¡Sí! No me pierdo las peleas los fines de semana. El Canelo me encanta y soy fan de Manny Pacquiao.

¿Será necesario ponerse los guantes para la contienda interna del PRI?

—Claro. ¡Hasta lograr el knockout!

Eres la más joven de los que aspiran a dirigir al PRI. ¿Esa es una ventaja o una desventaja?

—Considero que es una ventaja. Yo les dije en una reunión a todos ellos que analicen que no me están dando una oportunidad a mí, que yo como joven estoy dando al partido una oportunidad de reivindicarse, porque muchos jóvenes han volteado a ver otros colores y se han ido de nuestro partido. Yo le agradezco a la dirigencia actual que abran el abanico y que tomen en serio mi postulación.

¿Y sientes que te toman en serio?

—Al principio, cuando alcé la mano, dije: ‘Seguro no me van a hacer caso’. Pero yo soy una persona muy tenaz, soy muy persistente y hasta que no logro mi objetivo, no descanso. Soy muy necia, como dice una canción de Silvio Rodríguez. El partido necesita de jóvenes. Es renovarse o morir. Tenemos que darle una transfusión de sangre urgentemente al PRI, y eso sólo se logra dándole paso a las nuevas generaciones.

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¿Quién está detrás de Lorena Piñón? ¿Te apadrina algún grupo?

—Yo represento a la militancia, a los que somos de a pie, a los que hemos ido casa por casa a pedir el voto. En algunas ocasiones hemos estado en la victoria, felices todos, pero en algunas otras veces nos han cerrado la puerta en la nariz, pero no por culpa de nosotros, sino por culpa de otras personas que el partido les dio la oportunidad de servir y, lejos de servir al pueblo, se sirvieron a sí mismos.

¿Qué tal te cae Alejandro Moreno, gobernador con licencia de Campeche, quien también busca el puesto?

—A todos los contendientes los he conocido a lo largo de mi vida. A Alejandro tuve la oportunidad de conocerlo cuando yo era dirigente de mujeres jóvenes en mi estado (Veracruz) y él era presidente nacional del frente juvenil. A todos
los ubico y me ubican por mi trabajo, evidentemente.

¿Qué opinas de Ivonne Ortega?

—Se me hace una mujer talentosa y trabajadora. De los demás no puedo decir mucho, aunque en el caso del doctor José Narro, pues como rector puedo decir que tuvo un buen desempeño. No hablemos de la Secretaría de Salud, porque creo que ahí falta que entregue algunas cuentas.

El PRI ya no aguanta otro escándalo de corrupción…

—Lo que yo he comentado es que quien tenga algún rastro de corrupción, que baje la mano. Lo que necesita el partido es, además de nuevas generaciones, gente con experiencia, con trabajo y que tenga una cola corta, no necesitamos gente con mañas.

¿Qué percepción tienes de Ulises Ruiz?

—¡Qué te puedo decir! ¡O sea! Todos tenemos una aspiración legítima, mi respeto para todos ellos, porque no puedo írmeles a la yugular, porque estamos por firmar un pacto de civilidad para respetarnos todos. Creo el pasado de cada uno habla por sí mismo. A mí me pueden buscar y no me van a encontrar nada que me tache de corrupta.

¿Es cierto que uno de tus pasatiempos favoritos es armar estructuras Lego?

—Es que a mi hijo, Santiago, le encantan los Legos y cuando llego a la casa en las tardes pasamos horas armando piezas o rompecabezas. Él tiene ocho años, lo amo y es mi motor. Cuando lo tuve yo decidí que tenía que conducirme de la mejor manera porque yo no quiero que a mi hijo lo señalen por actos indebidos míos.

Vimos que en tus redes sociales te describes como “hija de Dios”…

—¡Ah! Es que soy una persona de mucha fe, porque sé perfectamente que yo no estaría aquí si Dios no me diera la oportunidad. Desde niña me enseñaron a ser agradecida.

Nos enteramos de que te gusta la cocina. ¿Cuál es tu especialidad?

—Me encanta cocinar mariscos, hago unos aguachiles muy ricos. Yo soy originaria de un municipio muy pequeño que se llama San Rafael, es muy pintoresco, fue colonia francesa, y allá hacemos mucho los chilposos (caldos).

¿Y tú crees que la elección del PRI ya se cocinó?

—Yo espero que no, que haya piso parejo, que por primera vez la cúpula entienda que la militancia quiere otra cosa, quieren elegir ellos mismos a sus dirigentes. Por ejemplo, José Calzada, dirigente del Movimiento Territorial, ha llamado a votar por José Narro, y eso hace mucho ruido, es lo que la militancia ya no quiere.

¿Cuáles serían tus primeras decisiones importantes en caso de llegar a la dirigencia?

—Primero, volver a conectarnos con la militancia de manera real donde estemos cerca de los comités seccionales. Y, en segundo lugar, hacer una fumigación de los malos elementos.