Andor: una rebelión dentro de Star Wars

5 de Mayo de 2024

Alejandro Alemán
Alejandro Alemán

Andor: una rebelión dentro de Star Wars

Si algo demostró The Mandalorian (2019-?), la serie de televisión creada por el director Jon Favreau, es que era posible contar una historia —emocionante, memorable y divertida— de Star Wars sin recurrir a los clichés de la saga.

Favreau destila el DNA de Star Wars para regresar a sus raíces —que no son sino el western y el cine de Akira Kurosawa— dando así rumbo nuevo a una saga que ya daba signos de agotamiento absoluto.

Con ese mismo espíritu que busca alejarse de la fórmula y correr riesgos, el showrunner y guionista Tony Gilroy (Michael Clayton, la saga Bourne, Rogue One) presenta ahora Andor, serie exclusiva de Disney Plus donde Diego Luna regresa al papel que interpretó en Rogue One (Edwards, 2016), pero en una historia que ocurre cinco años antes de lo ocurrido en aquella cinta.

Desde el primer momento, Andor nos ubica en lugares atípicos para una historia de Star Wars: la primera escena sucede en un burdel, y nuestro héroe asesinará a dos tipos con tal de salvar el pellejo. Así pues, Andor no es el típico personaje unidimensional, carismático y bonachón (Andor no es Han Solo), sino al contrario, el personaje interpretado por Diego Luna es un paria que huye de sus acreedores, de las autoridades y hasta de su propio pasado.

Sin pudor alguno, Gilroy recurre a la estética de Blade Runner (Scott, 1982) para robar de ahí mucha de su atmósfera: esperen mucha lluvia, oscuridad, y una pista musical que suena sospechosamente similar a Vangelis.

El tono se aleja de todo lo que antes se había hecho en Star Wars, al punto incluso de contradecir el clásico apotegma de “el bien” y “el mal” como opuestos perfectos, aquí existe toda una gama de grises que definen al personaje: el conteo de muertes a manos de Andor comienza desde los primeros minutos de la serie, pero ello no impide que (como todos sabemos) eventualmente se convierta en un héroe y mártir de la rebelión, una revolución que no está exenta de contradicciones éticas y morales. Sin duda estamos en terrenos inexplorados para algo que porta la etiqueta Star Wars.

El lugar común califica a esta serie como “el producto más adulto de Star Wars”, pero vamos, por más que los fans quieran creerlo, nada emanado de Star Wars puede calificarse como adulto.

Lo que sí tenemos es una serie que se niega a recurrir a las viejas fórmulas, que entiende la rebelión no como un acto de bondad sino (al menos en los primeros tres episodios) un acto político.

La serie se atreve a cuestionar el mito fundacional de Star Wars, aquel que ve al mundo como una pelea entre la luz y la oscuridad. Así, Andor es una auténtica rebelión dentro del universo Star Wars.

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