El verdadero barrio chino de la CDMX

16 de Mayo de 2024

El verdadero barrio chino de la CDMX

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Una de las muestras del peso económico del Centro Histórico se encuentra entre las calles de Peña y Peña, donde millones de pesos circulan diariamente por la venta de productos chinos que, ni la pandemia, ha podido frenar

Entre los límites de Tepito y el Mercado de la Lagunilla se encuentra uno de los puntos de comercio más grandes del país. Son dos plazas cuyos nombres están escritos en mandarín, y en donde es más frecuente escuchar este idioma que el español, que se reserva para algunos empleados y los compradores.

En este punto, ubicado entre las calles de Peña y Peña en el Centro Histórico, llegan cada día decenas de camiones con personas que vienen de todo el país a comprar todo tipo de mercancía al mayoreo y surtir, desde pequeños negocios callejeros, hasta tiendas más grandes y algunas distribuidoras locales.

En los angostos pasillos de este lugar se hacen miles de transacciones en las que todo, o casi todo, se vende al mayoreo, ya que de otra forma se cobra una penalización por comprar una sola pieza. Y hay otra característica, el efectivo es el único papel válido, ya que a pesar de los grandes volúmenes de venta, casi nadie acepta tarjeta, por lo que es común ver grandes fajos de billetes pasar de una mano a otra, mientras alguien más cuenta rápidamente.

A las plazas de los chinos van todo tipo de comerciantes, desde quienes tienen un pequeño puesto en el que invierten un par de miles de pesos, hasta distribuidores o tianguistas que llegan a pagar grandes sumas por equipo electrónico, ropa o productos de temporada que se agotan rápidamente.

Incluso los vendedores ambulantes de Correo Mayor y Moneda se surten en estas plazas, porque a tan corta distancia la ganancia es mayúscula, pues el precio aumentó hasta un 500 por ciento. Por ejemplo, unos audífonos inalámbricos, que cuestan 50 pesos en Peña y Peña, pueden elevar su valor a hasta 300 pesos cuando llegan a los puestos del Barrio Chino oficial.

La pandemia no ha cambiado nada, mientras el primer cuadro del Centro Histórico tiene horarios de operación y límites de aforo, en la plaza de Peña y Peña todo sigue igual, decenas de personas recorren los pasillos para comprar mercancías de todo tipo de calidad, mientras los dependientes señalan productos, murmuran algo que se entiende como “solo mayoreo” y muestran precios en las calculadoras.

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A inicios de este año se registraron ataques con fuego a locales comerciales en el Barrio Chino

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