Edomex, rumbo a ser moneda de cambio

18 de Abril de 2024

Raúl García Araujo
Raúl García Araujo
Reportero con andanzas en varios periódicos y ex coordinador de información en FOROtv de Televisa.

Edomex, rumbo a ser moneda de cambio

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El Estado de México, otrora considerado laboratorio político por los regímenes priistas en turno, actualmente es visto como un botín político, susceptible de convertirse en moneda de cambio en el próximo proceso electoral.

Si bien es cierto que el Edomex tiene una vasta tradición tricolor, larga ascendencia atlacomulquense y aún está en manos del priismo, como ya lo dijo Claudio X. González, si va solo “se pierde la plaza”.

Y es que mientras a Morena le salió bien su elección interna y logró sacar sin mayores abolladuras su candidatura, la alianza opositora “Va por México” no logra ponerse de acuerdo en quién será su abanderada o abanderado a esa gesta histórica de 2023, que será motivo de muchas definiciones.

Sus integrantes, PAN, PRI y PRD,

no solo no se ponen de acuerdo, sino que torpemente parecen apostar al divisionismo.

En esa tesitura se inscribe el “madruguete” del panismo de Marko Cortés, quien al lanzar la candidatura del exalcalde de Huixquilucan, Enrique Vargas del Villar, no hizo sino más que ahondar las diferencias en esa coalición.

El priismo de Alito, a quien también se le conoce como Alejandro Moreno, acusó recibo de la candidatura albiazul, pero no ha reaccionado, está en modo pausa, acaso por la condición mínima a la que quedó reducida su catadura moral y política, luego de las elecciones pasadas y de los obuses que recibió de parte de la gobernadora felina, Layda Sansores.

O acaso, la férrea coalición de exdirigentes y exgobernadores del PRI, que exigen su renuncia, es la que le ha impedido ungir a su candidata o candidato, entre los que suenan Alejandra del Moral, Ana Lilia Herrera y Eric Sevilla.

Y el PRD, de Jesús Zambrano y Jesús Ortega, es una insignificante expresión, que usan solo como efecto mercadotécnico, en la lógica de que es mejor decir que hay una alianza de tres y no de dos, pero que en realidad no surte ningún efecto, dado el desprestigio de “los Chuchos” y del propio PRD.

O, acaso un desacuerdo al respecto con el gobernador, Alfredo del Mazo, pero lo verdaderamente cierto es que esa alianza no avanza.

Del otro lado, Morena tiene todas las banderas desplegadas y el arsenal suficiente para hacerse del último reducto importante del priismo.

Sin embargo, esa encrucijada tiene un capítulo que analizan de manera muy seria el presidente Andrés Manuel López Obrador y un grupo reducido de personalidades de diferentes disciplinas, de su más amplia confianza.

Al interior de esos cónclaves hay la plena convicción que al régimen le conviene que el PRI perviva y que perder el Estado de México

le significaría estar en la antesala de la muerte, tan solo con un tiempo muy breve de vida.

Sabedoras de la inanición en que ha dejado Alito al PRI, voces mayoritarias de ese cónclave recomiendan darle respiración boca a boca al PRI, y ese oxígeno se llama Edomex.

El análisis y cálculos que se esgrimen ante el primer mandatario son los siguientes: si el PRI se muere, como literalmente sucederá si pierde, solo o en alianza, el Edomex, el partido que emergerá con fuerza será el PAN, lo que apuntará hacia un bipartidismo, como el de Estados Unidos, para el que el país aún no está preparado, porque falta consolidar plenamente la Cuarta Transformación, dicen algunas voces.

En tal virtud, la apuesta está echada a reanimar al PRI y hacia eso apunta la reciente nominación de Delfina Gómez, quien pasó sin chistar mayormente por un eventual fraude, cometido en los comicios pasados, por lo cual obtuvo como premio de consolación la Secretaría de Educación Pública, luego de la decisión presidencial de quitar a Esteban Moctezuma Barragán de esa dependencia para hacerlo embajador en Estados Unidos.

No obstante, hay una pequeña gran dificultad en la gestión de este propósito, que paradójicamente no está en Morena, sino en el PRI.

Ese obstáculo se llama Alito, cuyo temperamento de peleador callejero, su marcada irracionalidad

y su nula visón de estratega han hecho imposible un acercamiento con los emisarios del presidente, para darle forma al proyecto, que a decir en ese conciliábulo “a todos conviene”.

De ahí la necesidad de que los priistas de cuño,

prestigio y visión, aceleren la salida de Alito, con la advertencia de que de no hacerlo, tendría que tener listo el epitafio del PRI.

En Cortito:

Ya lo habíamos escrito en En Corto que el fiscal de Justicia de Campeche, Renato Sales Heredia, estaba al frente de la investigación por enriquecimiento ilícito contra el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, alias Alito. El arduo trabajo rindió frutos, ya que la tarde de ayer, el titular de la Fiscalía acudió a la Cámara de Diputados a pedir formalmente la solicitud de desafuero contra el diputado federal. Resulta que no concuerda el sueldo de Alito Moreno de 80 mil pesos cuando era gobernador de Campeche, con el valor de 130 millones de pesos de su mansión que construyó en ese mismo periodo. La pelota ahora está en la cancha de los legisladores para desaforar al priista para que rinda cuentas ante la justicia. La gobernadora de Campeche, Layda Sansores, dijo la semana pasada durante su mensaje del Primer Informe de Gobierno, que no había lugar en el estado para saqueadores, en referencia directa a Alito Moreno. La solicitud desafuero pone en el banquillo de los acusados al dirigente nacional del PRI, quien en su defensa no pasa de mostrarse como víctima y sin explicar a la sociedad cómo obtuvo su fortuna.

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