De acuerdo con un estudio que se publica hoy, los niños del estado de Texas que padecen leucemia linfoblástica aguda tienen más posibilidades de sobrevivir si están lejos de la frontera con México que si están cerca de ella; ya que las poblaciones estadounidenses cercanas a nuestro país tienen carencias en la atención a la salud que han sido solventadas en el resto del estado.
La investigación, publicada en la revista Cancer, encontró que el 85.8 % de los niños que padecen esta forma de leucemia, que es el tipo más común de cáncer pediátrico, sobreviven al menos cinco años después del diagnóstico si se encuentran lejos de la frontera entre México y Texas; pero este porcentaje se reduce a 77.5% en las cercanías de la frontera.
Después de ajustar por los diversos factores que afectan la supervivencia, como la edad en el momento del diagnóstico, el sexo y el nivel socioeconómico, los infantes con leucemia linfoblástica aguda que viven a lo largo de la frontera tienen un riesgo de muerte 30% mayor que los que viven en otras partes de Texas.
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Sin embargo, para los niños con leucemia mieloide aguda, que es menos común que la anterior pero cuyo tratamiento es similar, el riesgo de muerte solo fue mayor para aquellos que vivían en zonas fronterizas rurales.
La investigación, realizado por un equipo del Benioff Children’s Hospitals de la Universidad de California en San Francisco, el Baylor College of Medicine y el Texas Children’s Hospital, se realizó entre 1995 y 2017, tiempo en el que hubo seis mil dos niños diagnosticados con leucemia linfoblástica aguda y mil 279 diagnosticados con la mieloide.
“Hacemos un llamado urgente a la atención de los líderes de salud pública y proveedores de atención médica tanto en los Estados Unidos como en México para mitigar las disparidades de salud que sufren los inmigrantes, una población que juega un papel vital para las economías y el tejido social de estos dos países”, señalan, en un comentario editorial adjunto, investigadoras de la Universidad de California en San Diego.
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