Por considerar que no tiene la categoría de peligroso y tras haber entregado su pasaporte, comprometerse a cumplir todas las medidas que permitan monitorearlo todo el tiempo, un juzgado israelí concedió la prisión domiciliaria a Andrés Roemer, acusado de abuso sexual.
El exdiplomático y escritor mexicano logró dejar la prisión a mediados de diciembre, después de permanecer detenido desde octubre por estar sujeto a extradición a México, para enfrentar al menos cinco acusaciones hechas por mujeres que detallaron cómo utilizando su posición abusó de ellas.
Roemer se refugió en Israel tras conocer las denuncias en su contra. Su caso ha sido muy lento debido a que las autoridades de ese país están analizando a fondo los cinco casos que hasta ahora la Fiscalía de la Ciudad de México ha formalizado a través de la Fiscalía General de la República (FGR).
Este es uno de los casos internacionales más sensibles que tiene en sus manos el fiscal encargado de despacho Ulises Lara y que podría perder de no atenderlo, por dichos del propio Roemer, quien hizo llegar una carta al periodista Ciro Gómez Leyva, en la que asegura que fue puesto en libertad porque las autoridades israelíes descubrieron lo que llamó “falacias” del gobierno de México, al que nuevamente acusó de poner la política por “encima de la justicia”, por lo que dijo tener esperanzas de que la verdad se conozca algún día “y vislumbre justicia”.
Los argumentos centrales de Roemer ante los tribunales israelíes es que en México no se le permite defenderse, por lo que ha solicitado hacerlo allá y demostrar su inocencia, es por eso que las autoridades analizan a fondo cada petición de extradición hecha por nuestro país, y es la FGR la que deberá defender el caso junto con la Cancillería y con el apoyo de la fiscalía capitalina, de no hacerlo, podría perderse el caso.
EN MARZO LA AUDIENCIA
Aunque las autoridades israelíes no dieron detalles de las condiciones a las que deberá sujetarse Andrés Roemer en prisión domiciliaria, se sabe que sólo podrá salir un número limitado de kilómetros y deberá atender todas las medidas que permitan su monitoreo permanente.
Por no existir un tratado de extradición con Israel, no hay reglas precisas para conseguir que Andrés Roemer sea entregado a Mexico para ser juzgado, lo que ha dilatado aún más el procedimiento. Así que el éxito depende de la estrategia de las dos fiscalías mexicanas y la Cancillería; así como la buena voluntad y los estándares legales internacionales de este tipo de casos contra mujeres que aplique en su resolución las autoridades de ese país.
El próximo marzo habrá una audiencia en la que deberá comparecer Roemer con sus abogados y se espera que se defina su extradición y si ésta es por los cinco casos que se han presentado o sólo por algunos de ellos.
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