El fantasma de la estanflación está presente en el mundo; economías en donde su Producto Interno Bruto (PIB) crece cada vez a menor velocidad como el de Alemania o la zona euro, y casos como en Estados Unidos que se contraen, amenazan con llevarnos a una recesión.
La inflación en Estados Unidos alcanzó un nuevo récord en los últimos 40 años. Los índices de gasolina, vivienda y alimentos fueron los de mayor ponderación en este máximo inesperado.
Un sondeo entre economistas anticipaba una inflación de 8.8% anual en junio, desde la de mayo de 8.6%; sin embargo, el Buró de Estadísticas Laborales informó que fue de 9.1% anual, la más alta desde diciembre de 1981. Es decir, en 40 años y medio.
Los precios siguen aumentando mientras que la economía más grande del planeta muestra signos para una probable recesión. Tras este dato inflacionario, se espera que la Reserva Federal aumente con mayor agresividad las tasas de interés, lo que acarreará mayores costos de apalancamiento para las empresas; y para los hogares en los créditos para la compra de bienes y servicios sean más caros, lo que derivará en un freno a la expansión económica y posiblemente se dirija a una recesión, lo que no descartan las autoridades monetarias de ese país.
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La inflación preliminar de la zona euro alcanzó en junio un nivel de 8.6% anual, la mayor en toda la historia desde que es un solo bloque, mientras que su PIB ronda el 0.6% en el primer trimestre de este año y el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que viene un nuevo recorte para el crecimiento de esta economía y del resto del mundo derivado de los altos costos de los energéticos.
En nuestro país, la inflación fue de 7.99%, la más alta desde enero de 2001, cumpliendo ocho meses arriba de la marca de 7%, mientras que la recuperación económica de la pandemia no se ha logrado y cada vez se complica más alcanzarla. Pese a tener mayores tasas de empleo en México, el deterioro de la inflación aquí y en Estados Unidos podría revertir esa tendencia en el mediano plazo dada la integración comercial.
Uno de los daños colaterales por la estanflación, se aprecia en los valores de las monedas, en donde todas pierden ante un dólar que se fortalece a la par de que los bancos centrales se vuelven más restrictivos, es decir, aumentan sus tasas de interés para desacelerar el consumo. La Fed está retirando liquidez en dólares de la economía de Estados Unidos, pero también afecta al resto de los países que cobran principalmente en esa moneda sus importaciones y exportaciones, lo que lo vuelve más caro.
Desde que comenzó a cotizarse como moneda única en la región europea, el euro cayó a un mínimo de 0.9999, un nivel inédito para esta divisa.
No obstante, el dato de inflación en récord que dio a conocer el Buró de Estadísticas Laborales de Estados Unidos debilitó al dólar, lo que ayudó a una recuperación del euro momentáneamente a 1.0057 unidades, aunque continúa cerca de su mínimo.
Acciones ante la crisis. Se espera que la Reserva Federal de EU aumente las tasas de interés.
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