Una serie de afirmaciones sobre la participación de Cuba en el espionaje a Estados Unidos por parte de China tiene envueltas a estas naciones en una serie de cuestionamientos y aclaraciones.
Todo comenzó cuando el Wall Street Journal publicó sobre un acuerdo secreto para instalar una estación de escuchas en la isla caribeña, a unos 200 kilómetros de la costa de Florida. El hecho causó consternación debido a que ese estado alberga importantes bases militares estadounidenses.
Horas después, la Casa Blanca afirmó que la información no es exacta. “He visto ese artículo de prensa. No es exacto”, señaló John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
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“Lo que puedo decirles es que esta administración está preocupada desde el primer día por las actividades de influencia de China en todo el mundo, y por supuesto en este hemisferio”, fueron sus palabras.
Asimismo, el gobierno de Cuba salió a desmentir su participación con China. “Rechazamos toda presencia militar foránea en América Latina y el Caribe, incluidas las bases y efectivos militares de los Estados Unidos”, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío.
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