‘He resuelto canciones cocinando o lavando platos': Homero Ontiveros
Durante su trayectoria como músico, compositor, cantautor y ahora como solista, la fama de Inspector le permitió mantener a flote sus otras pasiones: el periodismo y la escritura... Y las horas para crear canciones las asume como una terapia
Homero Ontiveros lo tiene claro: lo suyo no es lo administrativo ni la burocracia. Le aburre, pero antes de convertirse en el famoso tecladista y compositor del grupo Inspector, por la cabeza del regiomontano giró la idea de ser corresponsal de guerra o escritor. “Afortunadamente no se dio”, confiesa.
Lo que sí ocurrió es que, a lo largo de su trayectoria como músico, compositor, productor y cantautor, ahora también como solista, la fama de la banda de ska le permitió mantener a flote sus otras pasiones: el periodismo y la escritura. Consciente de que ahora ha aprendido a elegir mejor sus batallas y prefiere cocinar en lugar de empezar algún fallido debate político en redes sociales, el también director del portal La Zona Sucia lamentó que el síndrome del César, esa soberbia del ‘yo lo sé todo’ propicie que se tome con poca seriedad el periodismo musical.
¿Qué te ha traído el confinamiento tanto para bien como para mal? Me he puesto a hacer canciones, es decir, de alguna forma todos buscamos algo de que abrazarnos, a que sostenernos. Es como si hubiera llegado la corriente fuerte de un río y empezó a arrasar. Buscas algo a qué agarrarte, yo a lo que busqué agarrarme fue a las canciones, a la música. Y eso hizo que desarrollara todavía más en forma mi proyecto como solista. Entonces me dio tiempo para componer canciones, compartirlas con la gente, darles a conocer esta otra faceta.
También lo positivo que me dejó es que he tenido una vida en familia que durante muchos años no podía tener por mi trabajo; me he metido mucho a la cocina, y disfruto mucho cocinar, por ejemplo, yo jamás me había puesto, y ahí había fracasado como regio, jamás me había puesto a hacer carne asada, y ahora ya empecé a hacerlo, y no sólo eso, sino que ya empecé a ver cómo podría mejorarlo.
-¿Han sido días de tormenta o de calma? Un poco de ambas cosas, ha habido mucha calma por momentos, pero, también por otros ha habido angustia. . Lo que esta sucediendo es que está cambiando la forma en la que se está activando la sociedad, o en la que está interactuando la sociedad, y todos los cambios generan roces, entonces esos movimientos son necesarios.
Pero ¿a qué facetas de plano no le entrarías, ¿qué no es lo tuyo? “Definitivamente a cosas administrativas, lo que tiene que ver con administración, la burocracia me da muchísima flojera. En una vida adulta tienes que hacerlo de alguna u otra forma, pero, me da muchísima flojera. Yo no sirvo para eso. Y, por ejemplo, otra de las cosas, a mí me gusta muchísimo la pintura, me gusta el arte, pero, reconozco que yo para la pintura, para dibujar y eso no soy nada bueno, entonces, prefiero ser espectador antes que querer hacer otra cosa. Hay muchas cosas que no soy”.
Y es que la concepción de Homero Ontiveros sobre lo que se entiende como un “artista”, un “creador” en el sentido más amplio, aseguró, tienen que ver con aquella persona que busca distintas formas de manifestar lo que tiene necesidad de expresar. En su caso, sostuvo: “últimamente le estoy dedicando algo de tiempo a la fotografía, buscar esas otras formas donde puede estar creando. La onda de meterme a la cocina me he dado cuenta de que es un proceso creativo. Ponerte a cocinar es otra forma de crear”.
Y añadió, “yo soy de esta idea del artista más completo, el que le interesa lo que sucede alrededor, pero también habla, opina. Hay quienes deciden crear y decir “no yo no me meto en bronca es de mi para el mundo y ya, se acabó”. Yo soy de la idea de que me gusta hablar, opinar, y me gusta también que lo que yo voy a crear también de alguna forma puede tener sentido social”.
Sobre ese sentido social, es notorio que tus canciones cuentan historias, reflejan la cotidianeidad y realidades de nuestro tiempo, pero vemos cada vez más el éxito de canciones superficiales, ¿crees que hay una crisis de autoría en ese sentido?
-Va por varias partes, lo más difícil sería decirte que sí. Por ejemplo, algo que yo noto dentro de, vamos a decir específicamente de la idea del rock nacional, es un trabajo más arduo a nivel de lírica, y de más compromiso a la hora de hablar, de opinar, de escribir una canción también. Dirán, no, pues es que mira a mí no me interesa meterme en problemas sociales o andar diciendo cosas. Entonces, yo no entiendo de dónde vienen las canciones. Para mi vienen de lo que se vive a nuestro alrededor y desde el momento en que nosotros tomamos como inspiración nuestra vida o la de los demás se vuelve algo social.
Aunque aseguró respetar de lo que cada quien quiera hablar, Homero sostuvo que “la música es un reflejo de lo estamos viviendo”, por lo que reconoció que por ahora sería posible hacer un juicio real de lo que ahora llaman, por ejemplo, género urbano, pues está sucediendo justo ahora y está muy fresco; no obstante consideró:
“Definitivamente sí hay una superficialidad en un sector a la hora de escribir letras, a la hora de hacer canciones, pero también hay un público que sí las acepta, y si las quiere. Lo que sí tengo claro es que como artista decidí que ese es mi camino y ese es el que voy a hacer, y voy a tratar de hacerlo lo mejor posible, comprometerme lo más que pueda. Cada quien toma su decisión sobre qué quiere hacer con su música, con su arte”.
Un ejemplo muy claro, apuntó: “Inspector, mi banda base. No es una banda que se conozca por ser de contenido social en su música, porque esta onda revolucionaria como tienen la mayoría de los grupos de Ska, Inspector no lo tiene, pero ha sido congruente consigo misma como banda desde su primer demo a la actualidad”.
No todo es superficialidad...
“También hay muchas otras cosas que no lo son. El primer caso que se me viene a la mente es el de Rosalía, y todo lo que hizo con su segundo disco; y gente que esta empezando a utilizar, como Sara Hebe, de Argentina, que está utilizando rap, el trap y el reguetón para decir también cosas con contenido social”.
¿Sabías que? River forma parte de las canciones incluidas en el EP “Confinaciones”, que este viernes 4 de diciembre lanzará oficialmente Homero Ontiveros.
¿Cómo es tu proceso para crear canciones?
Generalmente como si fuera una sesión de terapia. Varían las formas, por ejemplo, puedo estar leyendo un libro y se me ocurre alguna idea. Ahorita un libro que acabo de terminar es la biografía de Bruce Springsteen, por fin lo terminé porque es un libro bastante extenso, y cuando estaba leyendo la parte donde habla de su disco “River”, y de su canción del mismo nombre detonó algo para que yo empezara a escribir otra, que de hecho la titulé River en homenaje a Bruce Springsteen, y porque no pretendo ocultar de dónde nació esa canción.
Puede ser desde que escucho una canción, veo una película, leo un libro, cualquier cosa, y me siento a trabajar ¿Cómo lo trabajo? Empiezo a buscar la música, la melodía y dejo que las palabras vayan apareciendo, que vayan saliendo solas y empiecen a tomar sentido, y entonces ya cuando tengo varias líneas ya empiezo a desarrollar el resto de la letra. He de confesar que muchas de las letras las he resuelto cocinando, lavando platos o haciendo algo que no es tocando la canción.
Los de cabecera…
Aunque dijo que son muchos y muy diversos, estos son algunos de los álbumes y libros que tienen “algo” muy significativo para Homero Ontiveros, y a los que suele regresar frecuentemente
- All Things Must Pass (George Harrison). Esas canciones me dan una tranquilidad que no me da ningún otro disco.
- Abre (Fito Páez). Viene una de las canciones cumbres en mi soundtrack personal: “Al lado del camino”. Esa canción lo vale todo.
- “Blood on the Tracks” (Bob Dylan); “OK Computer” (Radiohead); “Prenda Minha” (Caetano Veloso). Son discos a los que recurro muchísimo.
- Libros: El Libro del desasosiego del portugués Fernando Pessoa, es uno de mis tops; Vasos Comunicantes de Bruno Galindo, para mi es increíble para lo que hago y a lo que me dedico. Es una joya; Patria, de Fernando Aramburu, me pareció una de las mejores novelas que he leído en los últimos 10 años. Me encantó a pesar de que es un fenómeno mediático y televisivo.
Es evidente que la música que haces con Inspector y ahora como solista es muy distinta ¿ambos conceptos te complementan?
Es una parte de lo que soy. Efectivamente a muchos les sorprende este cambio tan drástico en mi música. (Pero) algo que tenía muy claro es que no quería hacer algo cercano a Inspector porque de eso se trata hacer los proyectos personales. Mi idea era hacer algo muy diferente. He tenido la fortuna de pertenecer a un grupo como Inspector, ser de los fundadores y haber logrado algo internacionalmente con esta banda, me siento afortunado que mis canciones sean conocidas a nivel internacional gracias, pero, desde hace muchos años también caí en cuenta que yo quería ser solamente el tecladista de Inspector. O sea, Homero Ontiveros no sólo es el tecladista de Inspector. Hago muchas otras cosas que me interesan, incluso mucho antes de Inspector.
¿Ahí entra la cuestión del periodismo?
Estudié Ciencias de la Comunicación. Uno de mis primeros sueños, si se le puede llamar de esa forma o anhelos (y eso ya es algo muy extraño), pero yo quería ser corresponsal de guerra. Yo lo primero que pensé antes de estar en una banda era ser corresponsal. Afortunadamente no se dio. El escribir primero, hice canciones porque era lo que tenía más cerca y lo que me salía, pero mi primera idea de riesgo, digamos, no era ser músico sino ser escritor. Yo quería ser escritor, pero obviamente tenía más cercana la música y me convertí en eso. Digo, músico he sido desde pequeño he tomado clases y todo eso.
Hay un par de eventos que creo significan mucho en vida, de una manera inconsciente, una fue la Guerra del Golfo Pérsico, y la otra fue el levantamiento del Ejército Zapatista. Fueron dos eventos que socialmente, mediáticamente fueron muy importantes y yo me acuerdo haberles dado seguimiento a través de las noticias. Eso me hizo acercarme al periodismo, empiezo a estudiar la carrera y obviamente a leer periódicos y revistas relacionados con periodismo, y encuentro en el periodismo una onda de proceso creativo.
¿Cómo terminas tomando el camino de la música, en lugar de ser reportero o escritor?
El periodismo es buscar el cómo, porqué, cuándo, cómo y dónde, pero para responder hay que buscarlo, y toda búsqueda es un proceso creativo porque tienes que empezar a atar cabos, empiezas a armar un rompecabezas. Hacer canciones es lo mismo, es armar un rompecabezas; escribir una historia es armar un rompecabezas. Todo parte de un proceso de búsqueda.
›A mí lo que me da la tranquilidad de poder hacer también todas estas cosas, debo reconocerlo es, el éxito que tiene Inspector, porque yo estoy estudiando la carrera y en octavo semestre decido ya no continuar porque Inspector ya empezaba a viajar y a requerirme, todavía no me pagaban, pero ya me ocupaba tiempo, y tuve que apostarle a eso. Ni siquiera fue algo como ‘tengo que decidir’, de manera natural yo sabía que eso es lo que quería hacer.
Al empezar a recibir un sueldo como parte de Inspector ahí cambia todo, porque ahí puedo hacerme de las dos cosas que me interesaban en la vida, hablando de cosas superficiales, que eran los discos y los libros. Siempre he visto en los discos y los libros una fuente de aprendizaje, de información inigualable. Entonces empiezo a compararme un poco más a gusto propio, porque antes tenía que esperar a cada que cumplía años o a cada Navidad para en el intercambio de regalos poder pedir algo así.
¿Cómo percibes el periodismo musical en México, se pueden ganar más espacios?
Sí se pueden generar si todos formáramos una especie de frente. Hablando directamente de las notas de música, el periodismo musical sigue existiendo. Aquí el problema es que, como ocurre cuando dicen que se fueron a estudiar música porque no les gustaban las matemáticas y luego llegas y te das cuenta de que la música tiene que ver con números también, lo mismo ocurre con el periodismo musical, luego llegan y se dan cuenta que es necesario tener la base y el rigor del periodismo en general y es cuando se empiezan a asustar.
He dado varios talleres de periodismo musical en los cuales hay gente que sí se lleva una sorpresa, y algunos no regresan porque les das a entender de todo el rigor que se necesita para hacer periodismo musical, que piensan que sólo es conseguir una acreditación, ir a un concierto, y decir que estuvo chido o, una tendencia con la cual también estoy muy en contra, el síndrome del César, de este que se hace pasar por crítico y cree que tiene todas las credenciales para decir que esto está bien o esto está como si fuera un juez en el Coliseo Romano, y esa es una tendencia que se repite muchísimo, al menos aquí en México a la hora de escribir sobre música.
Hay una falta de profesionalismo a la hora de tomar en cuenta el periodismo musical. Las personas piensan que del periodismo lo más fácil es hacer periodismo musical y no es así. Pero repiten esta tendencia a no informarse.
¿Hay una falta de iniciativa o de humildad?
-Yo me he relacionado con muchos periodistas musicales de la Ciudad de México por iniciativa propia, porque he llegado y he tocado la puerta y he dicho: ‘maestro quiero aprenderte lo que te pueda aprender a ti, permíteme mandarte unos textos, necesito tu opinión”, y así me he ido acercando a gente como Enrique Blanc, David Cortés, Arturo Flores, gente de la que he aprendido y sigo aprendiendo, entre muchos otros.
(Pero) Empiezo a dar talleres en la ciudad Monterrey, que no hay talleres de periodismo musical y a quien menos ves es a quienes tienen páginas o medios (de música). Nunca van a los talleres, nunca se aparecen en las ruedas de diálogos sobre periodismo musical, y todo esto porque hay tendencia de decir ‘yo ya sé’. No hay esa humildad de decir ‘tengo que seguir aprendiendo’.
¿De la política entre más lejos, mejor?
En mi naturaleza no está evitarlo porque además me encanta discutir, en el buen sentido de la palabra. Sino que más bien estoy aprendiendo a elegir mis batallas. Como diría Fito Páez en esta canción que es toda una declaración de principios, “no es bueno hacerse nunca de enemigos que no estén a la altura del conflicto”; lo que ocurre mucho en las redes sociales, sobre todo en Facebook y en Twitter, no hay un debate real, no hay un intercambio de opiniones buscando tratar de entender al otro, eso no ocurre en las redes sociales.
Ahí es cuando te das cuenta de que hay debates que no puedes poner ahí. Yo no huyo al debate político, pero ese debate lo hago con las personas cercanas. Lo que hago es tratar de escoger mis batallas, y en este caso mis discusiones.
¿Has visto alguna mañanera de Palacio Nacional?
Sí, muchas. A estas alturas es como si fuera un espectador pasivo, por decirlo de alguna forma. Nunca dejo de estar al pendiente. Pero, hay algo que ocurre que me llama muchísimo la atención de cómo tenemos nosotros tan pobre o tan equivocada la idea sobre lo que es democracia.
Nosotros como sociedad vemos la política como si fuera un clásico Chivas-América, o en el caso de Monterrey, Tigres-Rayados; en el cual pues estás de un lado o estás del otro. Creemos que porque votaste por un político, por un partido te tienes que aguantar y tienes que apoyarlo, siempre estar con él y ponerte la camiseta. O piensan que si votaste en contra, ya estas exento y te salvaste de todo, y en su caso si hay algo bueno no lo puedes aplaudir porque votaste en contra. Tenemos esa idea tan, tan pobre de la democracia pensando que todo es blanco y negro, sin saber que en nuestro derecho al voto precisamente lo que nos da esa libertad de poder opinar y criticar todo lo que queremos, pero también de aplaudir todo lo que creamos se ha hecho bien.
Eso se refleja en el diálogo (de las mañaneras) que hay entre gobierno y periodistas, en ambos sentidos. Y además también, siendo honestos, ha quedado exhibido el periodismo nacional de una manera muy significativa, o si no el periodismo nacional pongámosle el interés de los medios de comunicación por no hacer periodismo. Eso ha quedado en evidencia, el periodismo ha sido superado por el clic.