Alejandro Gómez, fiscal del Estado de México, dio a conocer que se investiga como ataque directo el asesinato del sacerdote Rubén Díaz Alcántara, a quien asesinaran en el atrio de su iglesia en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, ya que durante el ataque no hubo ningún robo. “No se trata de algún tipo de robo, puesto que el padre tenía todas sus pertenencias incluso su teléfono celular por el contrario se trata de una agresión directa hacia él, aún no conocemos el móvil”, indicó en entrevista para Grupo Fórmula. Aseguró que, hasta el momento se han levantado testimonios de su secretaria y de otra persona que se encontraba en el atrio de la iglesia, y quien se percató de los hechos. Asimismo, se buscan las grabaciones de cámaras de videovigilancia cercanas a la iglesia, que se ubica en la colonia Cumbria, municipio de Cuautitlán Izcalli. Antes las cuchilladas en el abdomen y lesiones de arma punzo cortante en antebrazos y la mano derecha, se presume que el sacerdote trató de defenderse y que fueron dos los agresores.
Episcopado exige justicia
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pidió a las autoridades que se haga justicia.
Expresamos nuestra consternación y profundo dolor ante este hecho tan lamentable y ante la situación alarmante de violencia que se vive en nuestro país. Y hacemos un firme llamado a la autoridad competente, para que continúe la investigación y llegue al esclarecimiento de los hechos y se haga justicia”, se lee en un comunicado.
La CEM envió sus condolencias a los familiares del párroco y emitió una oración por su eterno descanso. Hay que recordar, que el presbítero discutió alrededor de las 18:30 horas un hombre que entró a la iglesia Nuestra Señora del Carmen, quien lo agredió con arma punzocortante y después huyó. Con el asesinato de Alcántara Díaz suman 22 sacerdotes víctimas de homicidio en el actual sexenio