El desempeño operativo de Petróleos Mexicanos (Pemex) fue uno de los motivos por lo que esta semana, la calificadora Fitch Ratings degradó a la empresa, al pasar de “BB-” a “B+” y observar que presenta un alto grado de especulación de inversión con perspectiva negativa.
“Las rebajas reflejan el débil desempeño operativo de Pemex, que ha dado lugar a que Fitch reduzca varias de las calificaciones de relevancia ESG de la empresa a ‘5′ y se espera que limite aún más sus fuentes de financiación de bancos, inversores y proveedores”, detalló la agencia.
Aunado a eso, redujo la calificación de los 80 mil millones de dólares de las notas internacionales de Pemex a “B+”/’RR4″ desde “BB-”.
Pero entre los motivos también se encuentran los accidentes que se han registrado en la empresa mexicana. Siniestros como el registrado en mayo de este año, en el que murieron al menos cinco personas en un incendio en las instalaciones Ixhuatlán, Veracruz, fueron tomados en cuenta.
La deuda internacional de cuatro mil 600 millones de dólares en 2023 y de 10 mil 900 millones para el próximo año completó la lista de motivos de la degradación. “La imposibilidad de refinanciar la deuda de los mercados de capitales con instrumentos financieros similares u otros a largo plazo agravaría su riesgo de liquidez a finales de 2024. La resolución de estas cuestiones podría prolongarse más allá de seis meses”, señaló Fitch Ratings.
Con este ajuste, el nivel de Pemex se coloca cuatro escalones por debajo de la puntuación soberana, por lo que su rescate y apoyos cobran una nueva importancia para el gobierno mexicano.
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