Queridos lectores, por increíble que parezca, hoy día de los Santos Inocentes, escribo la última columna del año 2020.
La noticia de la semana es que a México ha llegado la vacuna contra el COVID-19 a cuenta gotas, ya que los lotes no han sido acordes al tamaño de nuestra tragedia, ya que cerramos el año con más de diez mil infectados al día y el número de vacunas hasta ahora no llega a las cincuenta mil dosis.
De forma y fondo sólo deseo que nadie más padezca un año 2021, ni remotamente similar al 2020, sin embargo la reflexión del análisis de todo lo ocurrido en lo personal y en el país en general, me genera incertidumbre, respecto de sí México ya padeció lo que se necesita, para ser buenos y mejores ciudadanos, en lo personal, siempre he admirado a los europeos, ya que han padecido en la era moderna dos guerras mundiales y al hablar con ellos, se les ve el compromiso comunitario y la austeridad se transmite por todos los polos, la sacudida de una guerra y la necesidad de transformar todas las perdidas, ha hecho que países como Japón, Italia y Alemania, se hayan reconstruido, el reto y el año al dedo para México es que la Transformación que se inició en el 2018, se concrete en el 2021.
Y que lo vivido en este 2020 no se nos olvide y realmente sea para valorar lo que tenemos y analizar que éramos felices cuando no lo sabíamos y que estábamos mejor, cuando decíamos estar peor.
¡¡¡Feliz y Próspero 2021!!!