En el marco de la XVI Asamblea General Ordinaria de la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia (AMIJ), el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), mi paisano Arturo Zaldívar, puso el dedo en la llaga al decir: “Tenemos una justicia local muy dispareja que trata de manera distinta a las personas que están en condiciones de vulnerabilidad”.
Mejor dicho imposible. Resulta evidente que el origen es multifactorial. En lo particular, considero que el primero es que la Secretaría de Educación Pública ha malbaratado los requisitos para que se abra la licenciatura en Derecho en modalidades tan ejecutivas, que el primer mal resultado es ver que los “abogados” de hoy en día no tienen el control de calidad en su formación y eso repercute indiscutiblemente en el sistema jurídico y percepción del mismo.
Pero además de lo anterior, es ver la cantidad de prejuicios y sesgos con los que se opera en varias de las instancias. En lo personal, sé y me consta que las investigaciones, los procesos, etcétera, deben tener dos ejes transversales poco cumplidos por los operadores, que son imprescindibles para tener mejores niveles de acceso a la justicia. El primer eje es el respeto a los estándares internacionales y de Derechos Humanos, el segundo es la aplicación de la perspectiva de género.
De forma y fondo, la reflexión que nos obliga a hacer el Ministro Zaldívar implica hacer una revisión exhaustiva a los sistemas locales de justicia; refirió que lo disparejo en el resultado, obedece a diversas condiciones y al nivel económico.
La observación debe ser desde varias aristas, respecto de lo legislativo, lo funcional, la organización, las capacidades orgánicas institucionales, presupuestales y del personal que conforma las instituciones. Sin duda es un reto para la justicia del primer cuarto del siglo XXI.
Nota al pie de página:
Felicitaciones a la Fiscalía General de la República, hizo valer el Estado Constitucional Democrático de Derecho en el caso de Emilio Lozoya Austin.
Así como a Saúl “Canelo” Álvarez, campeón indiscutible en los pesos súper medianos y a Sergio “Checo” Pérez, quien sin duda está haciendo historia en la Fórmula 1. Ambos ponen en alto el nombre de nuestro país y eso sin duda inspira.