En días pasados tuvimos cuenta de la celebración de la copa de futbol femenil del mundo, llegando a ser campeonas las seleccionadas de futbol soccer del Reino de España. La selección española femenil demostró durante todo el torneo calidad y capacidad en la práctica deportiva. En la final estuvieron presentes la Reina Letizia y la infanta Sofía, quienes festejaron con las jugadoras; así como en años anteriores la selección varonil igual obtuvo el trofeo de la FIFA en el mundial de Sudáfrica en el año 2010, que llenó de gozo a España.
En esta ocasión, el triunfo se empañó con una actitud poco profesional del dirigente de selecciones de la federación de futbol de España. El personaje se llama Luis Manuel Rubiales Béjar, es un exfutbolista y dirigente deportivo español, presidente de la Real Federación Española de Fútbol y anteriormente de la Asociación de Futbolistas Españoles.
Muchos seguramente sabrán que en la felicitación a Jennifer Hermoso —una de las jugadoras seleccionadas de España—, Rubiales Béjar la tomó de la cara y le dio un beso en la boca. La tradición de estos torneos implica la premiación de los cuerpos directivos a las jugadoras, así como la entrega de los reconocimientos individuales a los participantes que más goles pudieron contabilizar, así como se premia al mejor guardameta por el desempeño que tuvieron, al país se le otorga la copa y a cada participante una medalla.
En redes sociales y en medios de comunicación, se difundió la imagen del beso “de piquito” dijo Rubiales, cómo si fuera normal un festejo así con la jugadora estrella de la selección. Lo que hizo es un delito, además de no disculparse de inmediato con ella y sus compañeras, ya que pareciera que se sigue pensando que las mujeres pueden tomarse como objeto y besarse.
Obviamente está fuera de toda norma y buen comportamiento de un hombre, profesional y consciente del rol en la relación entre la jugadora y él como directivo. Pero más aún si se compara con los festejos del resto de los países que también ganaron el segundo y tercer lugar. Incluso si se compara con los festejos que en su momento tuvieron los directivos y jugadores de la selección varonil de España en 2010, nada es parecido a lo ocurrido ahora y no hay que normalizar este tipo de violencia de género.
De forma y fondo, el actuar de Rubiales y de muchos hombres en todos los aspectos de la vida personal, profesional, laboral, social y deportiva deben ser basados en el respeto a sí mismos y al resto de las personas, no importando su género.
La base de la convivencia humana en una sociedad moderna y plural como en la que ahora todas y todos convivimos, debe de ser el respeto y la otroriedad, que no es otra cosa que el respeto por el otro o la otra persona en todos los sentidos, sin prejuicios, sin importar preferencias sexuales, prácticas religiosas, origen étnico o cultural. El actuar en conciencia, de una persona con un encargo directivo dentro de un país ya sea España o cualquier otro, implica necesariamente tener inteligencia emocional y aplicarla en todas y cada una de las actuaciones que el puesto genera.
En términos de perspectiva de género, la posición de la jugadora es naturalmente desventajosa, respecto al hombre dirigente de la Federación de Fútbol del Reino de España. Ni el gusto ni la euforia justifican haber dispuesto darle un beso en la boca a la jugadora por la fuerza, ya que le toma la cara. Las controversias al respecto se pueden solventar de una manera muy simple y es partiendo de la base de no hacer lo que no te gustaría que te hicieran. Es decir, educación y respeto.
En pleno siglo XXI, todas las personas debemos tener un trato igual y digno; el machismo y el pacto patriarcal deben parar. Cada vez está más alejado de nuestros tiempos, y está implícito que hombres y mujeres somos iguales. No obstante es el momento de las mujeres, en lo deportivo, en lo científico, académico, profesional y político. En México debemos de entender que la modernidad implica que las mujeres pueden ser lo que ellas se propongan, y que una buena masculinidad debe empoderar a las mujeres en todos los aspectos ya referidos, sobre todo al calor de los tiempos políticos electorales que están por venir. Desde España se está diciendo un “basta ya a la violencia de género”, y en México debemos de entender que son los tiempos de las mujeres.
Nota al pie de página:
El Frente Amplio por México tiene candidata a la presidencia de la República 2024; estemos atentos a lo que ocurra el 6 de septiembre, deseando éxito a la y los aspirantes a contender el próximo año por la titularidad del Poder Ejecutivo Federal.
