Los chupasangre y la campaña de Sheinbaum

10 de Diciembre de 2024

Mauricio Flores
Mauricio Flores

Los chupasangre y la campaña de Sheinbaum

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Fueron expulsados del cielo celestial del jefe jefazo de todos los mexicanos. En un arrebato contundente y cual rayo de Zeus tronante, el jefe del estado mexicano ordenó que desparecieran de un sistema médico que sería prontamente tipo danés y enviarlos de nuevamente a la oscuridad del abismo neoliberal. Pero no, el Cartel de los Chupansangre ha regresado… más bien, nunca se fue y, con agilidad luciferina, los Nosferatu transmutaron sus marcas, razones sociales e incluso amistades. Ya saben como son esos malditos prianistas y su manera de embaucar a las almas leales (90 %) pero poco aptas (10 %) que abundan en la Cuarta Transformación.

Y es que a todo vapor avanza la contratación de servicios y productos para el sector salud del gobierno federal. Sendas cantidades de dinero en procesos en torno a los cuales poco se conoce se han convertido en la tónica en las adquisiciones que de manera apresurada efectúan los que resta del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (ya próximamente IMSS-Bienestar), el Instituto de Salud y Seguridad Social de los Trabajadores del Estado y del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde el director general, Zoé Robledo, parece haber desistido a su pretensión a ser candidato de Morena para la candidatura a gobernador por su natal Chiapas a fin de vincularse al equipo de la aspirante presidencial Claudia Sheinbaum para verse, en el futuro, como secretario de gobernación.

Una de las características de estas adquisiciones es que se realizan en la última recta del gobierno son de carácter multianuales, es decir transexenales, más allá del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y muchas veces contradiciendo los propios dichos —o instrucciones— presidenciales, como es el caso de los servicios integrales de laboratorio médico y de banco de sangre.

López Obrador instó hace dos años a los funcionarios públicos del sector salud a equipar debidamente a las instituciones públicas y dar por terminados lo más pronto posible con los servicios privados subrogados a empresas formadas en su mayoría por exfuncionarios públicos.

El pasado primero de agosto, el director de administración del IMSS, Borsalino González (cercano al exgobernador y también “corcholata” Manuel Velasco), asignó contratos por casi 14,500 millones de pesos para los servicios laboratorio integrado con vigencia del 2023 a 2025, asignado en su gran mayoría a empresas que López Obrador dijo deseaba desembarazarse, esas que conforman el llamado “Cartel de los Chupansangre” por su habilidad para establecer precios de sus servicios.

El coordinador administrativo de la dirección jurídica del instituto, Ángel Isaac Avelino Acosta, avaló el fallo No. LA-50-GYR-050GYR988-T-7-2023 para el Servicio Médico Integral de Estudios de Laboratorio Clínico 2023-2025 por el monto adjudicado por hasta 14,446 millones de pesos cuyas mieles se concentraron en 97.5 % en cuatro de esas empresas.

Si, esas firmas que al ánimo presidencial deberían salir por sus altos precios, abusos y atrofiar el funcionamiento de las instituciones públicas de salud, y presuntamente provocar actos de corrupción al encarecer artificialmente esos servicios.

Pero como la palabra de Palacio Nacional un día es una cosa y otro día otra, el primer y más grande ganador del concurso en cuestión fue Disimed (Dicipa) de Francisco Pallach, con hasta 5,687.4 millones de pesos en la mayor parte de las Unidades Médicas del IMSS. El segundo ganón fue Hemoser de Ignacio Higareda, con servicios contratados por 4,177.2 millones de pesos; Intermet de Fernando Chein se rayó con 2,770.4 millones de pesitos; y para no dejar, Laboratorios San Ángel de Arturo Aguinaga y José María Gutiérrez que formaron parte de Fármacos Especializados y que se llevaron un bocadito de 1,502.3 milloncitos de pesos.

Una cantidad que de un plumazo por tres años, por ejemplo, es 10 veces mas de lo el mismo López Obrador señaló como abuso y corrupción a la pre-precandidata presidencial Xóchitl Gálvez por la actividad que durante tres décadas han tenido sus empresas High Tech Services y Operación y Mantenimiento a Edificios Inteligentes.

Banco de sangre… y de dinero

Nada mejor que el elixir divino para rejuvenecer, tomar un segundo aire y, lo mejor financiar campañas políticas. Ganaron, apenas la semana pasada, contratos por casi cinco mil millones de pesos, para ofrecer dos años después de terminado este sexenio… pues suponen que será Claudia Sheinbaum la ganadora de la presidencia y que por eso deben apostarle.

El jueves les cuento más de este culebrón de muerte, resurrección y polaca.