En medio de una crisis de suministro de chips, la industria automotriz da signos de querer reaccionar, pues las cifras del primer mes de 2023 son el mejor comienzo en tres años. De acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), en el mercado nacional se compraron durante enero 94 mil 414 automóviles, lo que significó un incremento de 20.14% frente al mismo mes de 2022.
Aunque es una buena noticia para los fabricantes que no logran retomar el vuelo ante una mayor demanda, lo cierto es que la producción no está en su mejor momento y ello impacta en los números de venta de autos nuevos.
Autoridades de Estados Unidos, Canadá y México se han comprometido a crear una cadena de valor para la fabricación de los chips, con lo que pretenden disminuir la dependencia de estos fundamentales insumos en la producción automotriz.
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La Secretaría de Economía ha revelado que su titular, Raquel Buenrostro, se ha reunido con la empresa Intel, la más grande fabricante de semiconductores o chips en el mundo, pero que tiene la mayor producción desde Asia, y que será pieza clave en la cadena de valor de Norteamérica, mientras que declaraciones de vendedores de autos de las marcas líderes en México han coincidido que hay un desabasto de autos en el mercado nacional lo que está impidiendo un importante crecimiento en las ventas.
Pese al buen inicio de año, si las ventas se miden de manera mensual, entonces se obtiene el peor desempeño en 33 meses, una caída de 23.48 % de diciembre a enero, o de 28 mil 968 unidades, la mayor baja en las ventas desde abril de 2020, cuando fue el momento más crítico de la crisis sanitaria y se registró un descenso de 60.1 %, o de 52 mil 614 unidades menos en ventas.
Cabe señalar que históricamente se dan caídas importantes entre el último mes del año y el primero del subsecuente, ya que las ventas son más fuertes en diciembre, pero considerando que las cifras están bajas desde la pandemia, la de este enero, pese a todo, se puede considerar un buen arranque.
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