Abren puerta a dinero extranjero en campaña Trump

9 de Agosto de 2025

Abren puerta a dinero extranjero en campaña Trump

Intercept_| el esquema de Benton habría sido imposible de concebir antes de 2010

Intercept-Trump_ejecentral ›La facilidad del camino que recorren las contribuciones financieras ilegales e ilimitadas a las campañas presidenciales en EU evidencian la nula fiscalización de la triangulación de dinero a través de empresas y personajes ficticios

Por Jon Schwarz

Una extraordinaria investigación realizada con la ayuda de una cámara escondida y publicada hace unos días por el diario británico The Telegraph descubrió que un exoperador de un Super PAC (Comités de Acción Política en Estados Unidos) pro Trump parecía deseoso de aceptar 2 millones de dólares de un donante chino ficticio que supuestamente buscaba apoyar a Trump.

El operador, un jugador importante en la política del GOP (siglas en inglés del Great Old Party, o el Viejo Gran Partido, como también es conocido el Partido Republicano) llamado Jesse Benton, también estaba dispuesto a realizar una serie de pasos para ocultar el origen del dinero chino imaginario con el fin de evadir la ley estadounidense que prohíbe a los partidos en Estados Unidos recibir recursos de extranjeros.

›Pero el esquema de Benton habría sido imposible de concebir antes de 2010, cuando el fallo de la Suprema Corte en el caso Citizens United (Ciudadanos Unidos) hizo mucho más fácil que el dinero extranjero fluyera hacia las elecciones de Estados Unidos.

Benton se desempeñó como jefe de estrategia de Great America PAC, un Super PAC en apoyo a Trump, hasta que fue condenado en mayo pasado por ayudar a sobornar a un senador de Iowa en 2012 para apoyar a la candidatura de Ron Paul a la presidencia. Antes de ello, Benton manejó la campaña de reelección del líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, en 2014.

Los reporteros del Telegraph, que afirmaban ser representantes de un donante chino que quería ver a Trump elegido presidente, se acercaron primero a Eric Beach, copresidente del Great America PAC.

De acuerdo con The Telegraph, Beach no rechazó su petición, pero dijo a los reporteros que, “cualquier camino que recomendemos es legal”.

Poco después, los reporteros recibieron un correo electrónico de Benton que comenzaba, “Eric Beach me pidió contactarlos”. Benton accedió a reunirse con ellos en persona, y filmó en secreto la reunión.

Benton propuso que ejecutaran una estrategia de tres fases: 1.

Los periodistas dirían que podrían enviar los 2 mdd imaginarios desde una empresa en Singapur. Benton pidió que pagaran el dinero a su empresa estadounidense, Titan Strategies LLC. Se les facturaría por servicios de “consultoría”.

Antes de Citizens Unite, tal esfuerzo habría sido inútil, ya que el sistema de financiamiento de las campañas de Estados Unidos se basa en las contribuciones de ciudadanos estadounidenses, individuales e identificables que además tienen un tope legal. En estas circunstancias, Benton habría tenido que buscar varios cientos de donantes ilegales para la campaña Trump.

Sin embargo, gracias a Citizens United, una empresa como Titan Strategies puede hacer contribuciones ilimitadas a otras organizaciones que tratan de elegir a Trump, siempre y cuando dichas organizaciones sean teóricamente “independiente” de la campaña Trump.

2.

Después, dijo Benton, enviaría los 2 mdd de su empresa a dos organizaciones de “bienestar social”.

Alguna vez las organizaciones no lucrativas conocidas como 501(c)(4) (por la sección del Código de Ingresos Internos en el que se encuentra), eran en su mayoría grupos cívicos no políticos, como las Girl Scouts o el departamento de bomberos voluntarios, pero la combinación de Citizens United y una decisión previa de la Suprema Corte hicieron posible que se les permitiera ser usadas casi como Super PACs, con un detalle: son mejores para los donantes que tienen algo que ocultar.

›Ese detalle es que, a diferencia

de un Super PAC, no están obligadas a revelar públicamente el nombre de sus contribuyentes. Benton usó esa idea como argumento de venta, diciendo a los reporteros de The Telegraph que “si alguna vez ven a un periodista tallándose las manos porque ha dado con ‘dinero sucio’ de la política, estarían hablando de unas 501(c)(4)”.

La relevancia de este hecho puede verse en la reciente investigación de American Pacific International Capital (APIC), una empresa con sede en California que es propiedad de ciudadanos chinos y donó 1.3 mdd a Right to Rise USA, un Super Pac que apoyaba la candidatura presidencial de Jeb Bush. Si APIC hubiera tenido la precaución de realizar su donación a través de Right to Rise Policy Solutions, una 501(c)(4) afiliada a Right to Rise USA, The Intercept jamás habría descubierto la donación de APIC.

Es cierto que se las 501(c)(4) s están obligadas a revelar los nombres de sus donantes al Servicio de Ingresos Internos, pero Benton no parecía en absoluto preocupado por que el IRS pudiera rastrear los 2 mdd hasta su fuente, y con toda la razón, porque es casi imposible imaginar a una agencia que ha sido profundamente intimidada una y otra vez realizar una investigación a fondo de una contribución.

3.

Por último, de acuerdo con Benton, las 501(c)(4) pasarían una parte o todo el dinero a Great America Super PAC.

Por supuesto, esto no habría sido posible antes de Citizens United, dado que el fallo es el que hizo posibles los Super PACs. Pero después de esa resolución, como dijo Benton, “sin duda nos permitirá gastar dos millones de dólares más en publicidad digital y televisión para Trump”.

En el esquema de Benton, Great America habría estado obligado a divulgar públicamente a las 501(c)(4) como donantes, pero habría sido casi imposible que alguien pudiera rastrear el dinero hasta China.

Es cierto que, incluso después de Citizens United, las medidas propuestas por Benton parecen ser descaradamente ilegales. La diferencia es que pueden ser fácilmente ejecutadas y casi con toda seguridad escaparían a la detección.

Dan Backer, abogado de Great America, negó enfáticamente a The Telegraph que Beach, el co presidente del Super PAC, le haya pedido actuar en su nombre, o que Beach haya “solicitado o aceptado contribuciones de una entidad nacional o extranjera”. En lugar de ello, dijo Backer, durante sus negociaciones con The Telegraph, Beach había discutido cómo “una compañía estadunidense con una empresa matriz extranjera podría realizar una eventual participación legal en la actividad política”.

Extrañamente, Backer tiene razón en que —una vez más, gracias a Citizens United— las empresas con sede en Estados Unidos que son 100 por ciento propiedad de extranjeros pueden donar tanto dinero como quieran a los Super PACs si se siguen ciertas reglas. Esta peculiar laguna fue el centro de la investigación de The Intercept a APIC.

En una entrevista, Backer afirmó que tanto él como Beach eran conscientes de esta laguna. Él añadió que había leído la nota legal sobre el tema preparada por el consejo de Right to Rise USA cuando The Intercept la obtuvo y publicó.

Sin embargo, Backer dijo que, aunque el “memo es legalmente preciso, no es algo que hubiéramos perseguido”. Si Beach le hubiera hecho una propuesta de ese tipo, Backer enfatizó, Great America no la habría aceptado.

Por su parte, el equipo de campaña de Trump afirmó en abril pasado que no quería el apoyo de Great America porque el “Sr. Trump autofinancia su campaña y ha declinado a todos los Super PACs”. Desde entonces, Trump ha aceptado el apoyo de varios Super PACs. El financiamiento paralelo en campañas estadunidenses fue descubierto por The Telegraph.