Israel en La Haya, la esperanza de una sentencia
Factores como la creciente impopularidad del primer ministro, Benjamín Netanyahu, y las presiones a nivel internacional para restaurar la paz en Medio Oriente pueden influir en el fallo para que cese el fuego en la región y se respete la autodeterminación de Palestina
Tuvieron que pasar 96 días de bombardeos y la destrucción de miles de vidas civiles para que el genocidio de Israel sobre Gaza fuera tomado en serio ante instancias de justicia.
El jueves 11 de enero, después de 13 semanas en las que murieron por lo menos 23 mil 469 palestinos, Sudáfrica dio un paso al frente y acudió a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, en Países Bajos.
¿Los cargos? Actos de genocidio y la omisión de medidas para castigar a los políticos y figuras públicas israelíes que están incitando a la masacre del pueblo palestino. Adicionalmente solicitó medidas de emergencia al alto tribunal para que ordene a Israel detener inmediatamente su ofensiva en Gaza.
Un hecho histórico, tomando en cuenta las múltiples e inútiles peticiones de alto al fuego en instancias como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), por mencionar algunas.
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Para entender la importancia de este juicio hay que recordar que la CIJ es el organismo dedicado a resolver disputas entre naciones. Sus resoluciones, sean las que sean, deben ser acatadas por Israel, dado que es firmante de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, que al ser aprobada en 1948, dio origen a lo que hoy se conoce como el Estado de Israel.
El jueves y viernes pasado se celebraron las audiencias. El equipo legal de Sudáfrica, encabezado por el ministro de Justicia y Servicios Correccionales, Ronald Lamola, fue el primero en presentar el caso que acompañó con imágenes sobre los excesos a la población civil por parte de Israel y aseveraron que existe la intención “escalofriante” de “destrucción de la población” de Gaza.
Después, el asesor jurídico del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, Tal Becker, expuso ante los jueces de la CIJ que su país tiene derecho a defenderse de los ataques de Hamás y que Sudáfrica “distorsiona” los hechos. Cualquier resolución que se adopte establecerá un precedente. No hay plazos para que la Corte, sólo queda esperar.
Las consecuencias
De emitirse un fallo contra Israel, estará obligado a acatarlo y, de ocurrir este escenario, deberá cesar los ataques y respetar los derechos de los palestinos. Así lo explicó Moisés Garduño, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e investigador sobre dinámicas de conflicto de Medio Oriente, en entrevista con ejecentral.
El especialista detalló que, en este panorama, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, uno de los protagonistas del conflicto, es quien enfrentaría consecuencias más serias, ya que incluso desde antes de la nueva escalada de violencia el pasado 7 de octubre, el político ya se encontraba bajo críticas y acusaciones de corrupción.
Basta recordar que en los últimos años, Israel se fue a elecciones cinco veces por la incapacidad de Netanyahu de formar un gobierno, lo que lo llevó a aliarse con la ultraderecha.
“La credibilidad política de Netanyahu va a la baja”, consideró el experto. De esta manera, una vez finalizado tanto el juicio como las acciones militares en territorio palestino, es muy probable que deje su puesto político, y con él, muchas de sus aspiraciones políticas.
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Y aunque todo depende de la resolución de la CIJ, hay motivos para ser optimistas. No sólo las protestas y llamados al alto al fuego, tanto de ciudadanos como de organizaciones en todo el mundo, sino la solidez de las pruebas presentadas por Sudáfrica. Los argumentos incluyen cientos de videos compartidos en redes sociales en los que soldados israelíes disparan indiscriminadamente contra hospitales, barrios enteros e incluso mujeres con bebés en brazos, así como las declaraciones de sus líderes que deshumanizan a los palestinos, entre otras evidencias.
“Confío en que la Corte falle en favor de los derechos de los palestinos y el derecho de autodeterminación”, señaló Garduño. Y bajo este escenario, el cese al fuego sería una consecuencia a corto plazo, mientras que a mediano plazo, Israel tendría que trabajar para encontrar una solución política para una coexistencia pacífica con Palestina. Sin embargo, para que esto se cumpla, ambos países deberán contar con ayuda internacional, teniendo siempre como prioridad el derecho a la autodeterminación y soberanía de los palestinos.
En cuanto a las consecuencias para Palestina, el especialista de la UNAM puntualizó que su destino está irremediablemente ligado a Israel, y teniendo en cuenta la posibilidad de una existencia pacífica, todos y cada uno de los actores políticos deben ser considerados. Esto incluye a Hamás, que no sólo es un grupo guerrillero, sino una organización compuesta por brazos políticos, culturales, económicos, sociales y militares, la cual es considerada como por muchos palestinos como la única que ha hecho frente directamente a Israel, a diferencia de la Autoridad Palestina, que ha cedido a muchas de las demandas y presiones del gobierno israelí.
“El punto más importante de todo esto es que no puede haber una paz real y genuina en Medio Oriente sin la instauración de un estado política, geográfica y económicamente viable en Palestina”, puntualizó el académico de la UNAM.
Aún pueden pasar semanas, meses, o incluso años para que se llegue a un veredicto, e Israel aún puede solicitar un derecho de réplica o nueva revisión de las acusaciones, lo que a su vez puede retrasar la decisión de los jueces.
Pero los medios de comunicación del mundo reflejaron cómo distintos gobiernos y organizaciones consideran que se abrió una puerta de esperanza para que cese la ocupación.
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