El pago de pensiones en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de Trabajadores del Estado (ISSSTE) se elevó a 226 mil 310 millones de pesos (70% del presupuesto 2019); esta cifra aumentará unos dos mil 200 millones debido a 13 mil 301 sentencias pendientes de cumplimiento y a mediano plazo se agregarán siete mil millones de pesos producto de otros 104 mil juicios en trámite.
Asimismo, enfrenta pasivos por alrededor de 20 mil millones de pesos, y un rezago acumulado de inversión en infraestructura y equipo médico, lo que ha generado su dependencia de servicios subrogados y la tercerización de los mismos.
Así lo informó el director general del ISSSTE, Luis Ramírez Pineda, al comparecer ante de las comisiones unidas de Salud y Seguridad Social, encabezadas, respectivamente, por los senadores Miguel Navarro Quintero y Gricelda Valencia.
El funcionario agregó en relación con al servicio médico que “tenemos una saturación en instalaciones y atención deficiente”, lo cual, lo atribuyó a que “el modelo de salud está desarticulado y ya no corresponden al perfil de la población derechohabiente”.
Además, dijo, faltan especialistas para atender enfermedades crónicas y a adultos mayores, entre los que nombró a geriatras, reumatólogos, urólogos, gastroenterólogos, endocrinólogos, nefrólogos y radiólogos.
También reconoció que en lo que va de la actual administración fueron “despedidos 3 mil funcionarios, entre los que se encuentran enfermeras y médicos”.
En ese sentido, explicó que los despidos y congelamiento de plazas son parte del problema: “la anarquía y la forma en cómo se manejaron las contrataciones, así como el uso de las plazas temporales y de honorarios, que crecieron de manera desorganizada”.
Y aún falta continuar con el proceso de adelgazamiento del ISSSTE con más despidos, aunque, descartó que se trate de personal de base ni a médicos o enfermeras.
“Por el contrario”, subrayó, “buscamos de qué manera el ISSSTE pueda tener médicos y enfermeras. Hay un faltante de dos mil plazas para las áreas médicas que se necesitarán para las 33 obras pendientes y que se terminarán de construir en los próximos meses”.
Ramírez expresó que las cuotas y aportaciones de los trabajadores son insuficientes para cubrir los gastos, por lo que, “han requerido transferencias gubernamentales, pero éstas tampoco han bastado para atender el déficit del instituto”.
De 2012 a 2018, las transferencias del gobierno al ISSSTE cayeron en 76%, pues pasaron de 15 mil 700 millones de pesos a cinco mil millones en 2018 en dicho periodo”, y para este ejercicio fiscal, la situación no mejoró, toda vez que “se nos otorgaron transferencias de tres mil 800 millones”.
Y es que dentro del presupuesto para este año que llegó a los 323 mil 300 millones de pesos “sólo 16.3% de este total es para gasto de operación (materiales e insumos, servicios generales y ayuda) y 0.5% al gasto de inversión (bienes e inversión pública)”, lo cual, “muestra el deterioro de la situación presupuestal”, concluyó.EM