Juegan al escapismo en arribo de Lozoya

16 de Abril de 2024

Juegan al escapismo en arribo de Lozoya

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En un examen médico, al exdirector de Pemex le fue diagnosticada "anemia desarrollada, problemas en el esófago y debilidad general"

Un convoy señuelo para desviar la atención de la prensa; versiones contradictorias entre funcionarios de primer nivel, incluyendo las del propio Presidente de la República; filtraciones inciertas de las autoridades, y especulaciones en torno a los hechos.

No se trata de la trama de ninguna historia policiaca de misterio, sino del recuento de las primeras horas del ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, en territorio nacional.

La estrategia ya estaba pactada, y parte del hecho de que el funcionario en el gobierno de Enrique Peña Nieto aceptó su extradición de España, pero con la condición de ayudar a limpiar la corrupción, como lo prevé el presidente López Obrador. Pero, las piezas, como si se tratara de un juego de ajedrez, de dicha estrategia se fueron moviendo desde la tarde de ayer jueves, durante el traslado de Lozoya a nuestro país.

Alrededor de las 5:40 de la tarde (hora del centro de México), el avión Bombardier Challenger 605, con matrícula XB-NWD, en el que era trasladado Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, despegó, luego de una escala que por alrededor de hora y media lo mantuvo en Canadá.

En México, autoridades federales adelantaron de manera extraoficial que en cuanto arribara Lozoya Austin, éste sería enviado al Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte de la Ciudad de México, donde quedaría a disposición del juez, como parte de la audiencia inicial en la que la Fiscalía General de la República (FGR) solicitaría al juez la vinculación a proceso del ex funcionario, señalado de su probable responsabilidad en los delitos de cohecho, asociación delictuosa y lavado de dinero.

Según lo previsto, con base en las horas de vuelo, Emilio Lozoya llegaría al filo de la una de la madrugada. Prácticamente así fue, con base en el informe oficial de la FGR, se indicó que el aterrizaje ocurrió a las 00:46 horas de este viernes.

›Antes de su arribo, decenas de periodistas, corresponsales, reporteros gráficos y camarógrafos se dieron cita a las afueras del hangar de la Fiscalía, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México; otros habían iniciado la guardia nocturna en las inmediaciones del Reclusorio Norte.

Tras la confirmación de la llegada del extraditado, el sigilo invadió a las áreas de Comunicación de la Fiscalía, y del Consejo de la Judicatura Federal. Los minutos transcurrieron, y luego de más de cuatro horas de una agotadora espera, en medio del frío, al filo de las 4 de la mañana, apareció un ostentoso convoy con al menos siete camionetas, y dos motocicletas pertenecientes a la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía que supuestamente “trasladaban” a Emilio Lozoya al CJPF del Reclusorio Norte.

Ese operativo fue falso y los primeros en constatarlo fueron los reporteros que lo siguieron por los casi 22 kilómetros del trayecto el dichoso convoy, en el que viajaba un sujeto con chaleco blindado, gorra y un cubrebocas oscuro que dejaban entrever parte del rostro de un hombre maduro con bigote: no era Lozoya.

Fue un anzuelo que habría cumplido su cometido: desviar la atención de los medios, para enviar a un sitio distinto a quien el presidente López Obrador reconoció como “un testigo protegido, colaborador”.

Problemas de salud

Fue hasta las 7:01 de la mañana cuando, a través del chat de reporteros creado por la Fiscalía, se informó que tras la revisión del médico legista, así como por un doctor particular, a petición de la familia del indiciado, se determinó que Emilio Lozoya presentó anemia desarrollada y problemas sensibles en el esófago, así como una debilidad general, por lo cual el Ministerio Público Federal ordenó su traslado a un hospital, donde permanecería en calidad de detenido bajo estricta vigilancia policiaca.

Pero en España la versión era distinta. Reportes de prensa citan a funcionarios penitenciarios que afirman que, antes de dejar Europa, Lozoya no presentaba ninguna señal de estar enfermo

La confusión generada por la actuación de la Fiscalía a cargo de Alejandro Gertz Manero trascendió hasta la conferencia matutina, desde el puerto de Manzanillo, Colima, en la que el Presidente y el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, dieron versiones encontradas al respecto.

“Sé que ya está en el reclusorio de la Ciudad de México y que van a iniciar las diligencias judiciales al mediodía de hoy. Esto me lo informó el responsable de la Oficina de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda Santiago Nieto, que está convocado para participar en el inicio de este proceso”, sostuvo el presidente López Obrador, a unos minutos del escueto comunicado de la FGR.

Las dudas sobre dónde se encontraba el exdirector de Pemex se incrementaron, cuando durante la misma conferencia el titular de la SSPC tomó la palabra.

Sí. Bueno, ese es el de la Ciudad de México el Reclusorio Norte. Efectivamente, fue ingresado en este penal, pero fue trasladado inmediatamente después a un hospital privado por algunos síntomas y algunas molestias que presentó”, erró Alfonso Durazo, para luego leer parte del informe que dio la Fiscalía.

Aunque finalmente reculó: “fue trasladado a un hospital debido a que, tras la revisión médica, se le detectó anemia desarrollada, problemas en el esófago, así como ciertas debilidades en su salud en general. Permanece bajo estricta custodia del Ministerio Público Federal”.

A la deriva

La Fiscalía tiene un plazo no mayor a 48 horas para que ponga a disposición de un juez al exfuncionario, de quien debió haber un parte médico de las autoridades españolas, especificando su condición y probables padecimientos, previo a su entrega ante autoridades mexicanas, lo cual hasta el cierre de esta edición no ha sido precisado oficialmente por la Fiscalía.

Fuentes consultadas por ejecentral señalan que bajo el argumento de la situación de Emilio Lozoya, no se prevé que este fin de semana se cumpla el plazo para llevar a cabo la audiencia inicial.

A más de 15 horas de su llegada a México, el ansiado juicio en contra del director de Pemex en el sexenio anterior, del cual el Presidente vaticina “va a ayudar mucho a que se aclaren estas cosas (referencia a los casos Odebrecht y Agronitrogenados), se sepa qué sucedió y se siga combatiendo la corrupción y la impunidad”. Sigue a la deriva, mientras versiones extraoficiales indican que el exfuncionario se encuentra internado, bajo custodia, en el Hospital Ángeles del Pedregal.

Los cargos. Lozoya es acusado por lavado de dinero, cohecho y fraude, y señalado por recibir sobornos de Odebrecht, así como por la compra a precio inflado de la planta de fertilizantes Agro Nitrogenados.