El berrinche de Mejía

6 de Diciembre de 2024

Guillermo Sesma

El berrinche de Mejía

GUILLERMO SESMA

Fue a finales del 2022 cuando Morena debía definir quién sería su candidato para contender por la gubernatura de Coahuila; los aspirantes hasta ese momento eran el senador de la República Armando Guadiana Tijerina, el expanista Luis Fernando Salazar y Ricardo Mejía Berdeja, hoy exsubsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana.

Durante semanas los contendientes se dieron hasta con la cubeta con tal de sobresalir y resultar ganadores en las encuestas. El enfrentamiento más encarnizado se dio entre Armando Guadiana y Ricardo Mejía. A través de sus redes sociales hicieron gala de descalificaciones y señalamientos que dejaban ver que ir en unidad sería una alternativa prácticamente imposible.

A finales de noviembre de 2022 Mario Delgado, presidente de Morena, hizo público que un primer ejercicio de encuestas colocaba a la cabeza de las preferencias al senador Armando Guadiana; sin embargo, se haría una segunda vuelta para definir al ganador.

La lucha interna se agudizó, de las descalificaciones pasaron a los insultos y a las supuestas denuncias con la intención de cargar la balanza hacia uno u otro lado. En los pasillos se decía que Ricardo Mejía era el candidato preferido del Presidente y que por eso mismo aparecía de manera frecuente en la mañanera.

El plazo se cumplió y Morena tenía que anunciar el resultado de la encuesta interna con la que se elige a los candidatos, el ganador fue Armando Guadiana. En su momento llamó la atención que Ricardo Mejía no asistiera a la rueda de prensa en la que fueron anunciados los resultados, quedaba claro que estaba marcando distancia con Mario Delgado, presidente de su partido y que no estaba de acuerdo con el resultado.

Más tardó Guadiana en celebrar su triunfo que Ricardo Mejía en salir a criticar el proceso interno, señalar que había sesgos y que estaba seguro de que las preferencias en Coahuila le favorecían. Este era sólo el inicio de un berrinche que hasta el momento le está saliendo caro.

Cuestionado el presidente López Obrador sobre el resultado, intentó desmarcarse de algún favorito para dar el respaldo al partido y quien resultó ganador de la encuesta, con eso estaba dejando muy clara cuál era la línea por seguir.

A Ricardo Mejía esto no le importó, su crítica y deslinde del proceso interno continuó lo que ahora no sólo lo enfrentaba con Guadiana, sino con Mario Delgado y el mismo Presidente.

En Coahuila se corrió el rumor de que Morena haría otra encuesta en la que se daría como ganador a Mejía, pero esto nunca sucedió. El clímax del berrinche sucedió hace apenas unos días. Preguntaron al Presidente en la mañanera sobre la posibilidad de que Ricardo Mejía se registrara como precandidato a la gubernatura de Coahuila con otro partido, hizo que el mandamás de Palacio dijera que estaba en completa libertad de hacerlo y que, en caso de ser así, debería separarse de su cargo para atender sus aspiraciones políticas.

Así, la suerte de Ricardo Mejía quedó echada. Algunos días después renunció a su cargo y se registró como precandidato a la gubernatura de Coahuila abanderado por el Partido del Trabajo (PT), candidatura que no tiene ni siquiera el apoyo de petistas reconocidos, como el mismo Fernández Noroña.

El berrinche de Ricardo Mejía hoy lo tiene como candidato en Coahuila, pero seguramente lo deja fuera de Morena y fuera del equipo de AMLO; la soberbia política cobra caras las facturas y él esta a punto de pagar una de las más altas.