Don Guillermo hace libros únicos desde hace 50 años. A un lado de su colección de obras del siglo pasado ha ido acomodando las ediciones propias. Están organizadas y articuladas temáticamente, van desde recetas, turismo regional, política, medicina, turismo pasando por los mejores billares y hasta los besos. Es un pasatiempo que se convirtió, de alguna forma, en un registro detallado y organizado, de la memoria contemporánea. Al abrir la pasta dura, cada hoja es una selección, minuciosa, de las mejores páginas y los temas de mayor interés de los periódicos mexicanos. Imágenes del entrañable “Gato Culto” de PIT o de los billares de la ciudad, o la vistosa y colorida publicidad que se usaba en las antiguas neverías, y hasta de los cartelones de los cigarros Delicados, que muestran la evolución del mundo de la mercadotecnia. La idea le nació a don Guillermo Sánchez, originario del estado de México, luego de leer todos los días el periódico. Comenzó a hacer sus “recetas de cocina” de diversos temas, le siguió una publicación turística de los lugares que se pueden visitar cerca de Toluca, y amplió sus recortes al turismo por estados y comenzó a encuadernar los referentes a Querétaro, Saltillo, Yucatán, Aguascalientes, Nuevo León. También logró hacer uno de “los pueblitos” y otro en específico del municipio de Toluca. Al ordenarlas temáticamente comenzó a darle vida a lo que él llama sus enciclopedias, que contienen cientos de autores e imágenes, y cientos de documentos publicados en periódicos. Tiene dos formatos: el “clásico” de los libros de pasta dura y de tamaño estándar (tamaño carta) y las recopilaciones de “sábana”, hojas de papel grandes donde cabe una plana completa de un diario. El tema de la movilidad llamó la atención y se dedicó a reunir todo lo referente: ahí podemos ver una colorida infografía de vialidades para automóviles o rutas ciclistas. En otro tomo hay una fotografía del presidente Enrique Peña Nieto cuando asumió la Presidencia junto a la de Andrés Manuel López Obrador cuando se autonombró “presidente legítimo”.
Al menos mi esposa no me ha corrido de la casa. Esto es un trabajo muy íntimo de cómo veo el mundo y mi alrededor”.
Su estudio, en el que las lámparas luminosas le ayudan a revisar cada diario y cuando tiene algún hallazgo lo coloca en una caja, que mantiene a su costado, en la que cataloga las noticias y luego comienza el encuadernado. En otro ejemplar está una colección fotográfica de varios autores que retratan la pobreza en nuestro país: niñas, mujeres, personas en situación de calle, indígenas. Prácticamente en cada hoja hay una frase célebre que don Guillermo ha escogido especialmente para el tema en específico. Es como su frase editorial.
La búsqueda diaria
Está apegado al olor y la sensación que deja en las manos la tinta y al papel, que lo convencieron de dedicar su vida a las letras y las palabras a través de la imprenta. Cuando era joven ayudó a su padre a publicar el periódico “El Mundo” en Toluca, ante adversidades del medio para poder imprimir su gaceta con información local. Así fue como don Guillermo ha pasado su vida entre “la caja California”, los linotipos, las máquinas de tórculo y sus pedales. Don Guillermo ya tiene 77 años y en cinco décadas ha armado más de 50 tomos de su enciclopedia. “Todos son importantes para mí, no tengo ningún preferido porque son de un tema en especial. Y así he recopilado temas por décadas”, explicó. Está casado con la señora Conchita, tiene tres hijos y cinco nietos. Ha encuadernado, ordenado, catalogado y etiquetado desde temas deportivos, internacionales, medicina, política, cartones o textos filosóficos y hasta de besos. “El mensaje de mi selección de notas no es autoplagiar, sino de informar para que cada quien tome lo que le parezca”, asegura don Guillermo, quien se transporta cada que entra a su pequeño estudio con lámparas brillosas. A un costado tiene una caja que le sirve para recopilar y catalogar las noticias que encuentra para luego comenzar con el encuadernado. -Y no lee nada en internet. “No es lo mismo, el que tiene el internet se pierde entre tanta información, y aquí mis libros hablan de una época, de un momento y si lo busco, aquí está. Alguna vez intenté escribir algo en la computadora y como no le sé se borró todo, entonces dije: esto no sirve, vámonos a otra cosa y dejé de usar la tecnología. Además, ni le sé”. — ¿Y entonces el periódico y los libros desaparecerán?, se le pregunta. “El periódico no desaparecerá, la gente no se ha dado cuenta de su realidad, cuando se dé cuenta le va a pasar como a mí, y se preguntarán, ¿en dónde estoy? Cuando lo ve y lo lee se concientiza y entonces se darán cuenta porqué está el mundo como está. Lo peor es que la gente ya no lee. No hay nada como tener una publicación en la mano”. [gallery ids="828369,828370,828368,828372,828373,828374,828367"]