La historia de la selección es la proximidad de la excelencia: León Krauze

28 de Mayo de 2024

La historia de la selección es la proximidad de la excelencia: León Krauze

León Krauze

El historiador asegura que no hay enigma sobre el famoso quinto partido del equipo mexicano en un Mundial, pues sólo falta “un pasito mental para cerrar el compromiso”

La fiesta mundialista se vive intensamente en las plataformas de streaming. Y la serie documental Al grito de guerra es una de las opciones que se puede encontrar; en este caso, el material desafía la memoria y hasta los mitos. Suma seis capítulos en la plataforma Vix, y León Krauze, quien además de ser su narrador, encabeza un gran equipo de investigación que le dio vida a este documental. Este material, asegura Krauze, aspira a convertirse en la historia definitiva de la Selección Nacional de México.

León Krauze

¿Cuántos años de historia tuvieron que procesar para llevar Al grito de guerra a esta serie documental?

La serie empieza en 1986, pero regresamos para tocar el Mundial de 1978. Son más de 40 años que cubrimos en la serie (...) En seis episodios aspira a ser la historia definitiva de la selección mexicana en su época moderna, que se puede trazar en estas últimas décadas, sobre todo en 1986, que es cuando México despega y comienza esta historia de lo que para mí es la proximidad de la excelencia, no la mediocridad o el fracaso o la decepción (...) El otro lado de esta moneda son los siete partidos de octavos de final, cada uno de ellos es una novela en sí misma, en los que hemos perdido por razones distintas en dramas muy particulares que han dejado heridas profundas. Pero son dos lados de la misma moneda y eso, entre otras cosas, es lo que hace fascinante a la selección mexicana.

¿Hay algo que no sepamos de las selecciones nacionales de futbol?

Hay muchísimo que no se sabe. Incluso los muy futboleros no sabemos la historia detrás de la historia, esa solamente la conocen sus protagonistas. Entrevistamos a decenas de futbolistas mexicanos, desde los ídolos de finales de los 60 y 70, hasta los actuales, y a nuestros rivales, para conocer cómo se vivió la perspectiva del otro lado de la cancha de esos partidos cruciales para construir una especie de gran mosaico, ensamblar una suerte de coro que a través de anécdotas –muchas de ellas inéditas– junto con pietaje –también inédito– que nos facilitó, entre otras instituciones, la propia selección mexicana, que nos permitió entrar a sus archivos y encontrar joyas.

¿Cuál es el mayor enigma sobre el famoso quinto partido que nunca llega para la selección mexicana?

No hay enigma. Es bastante claro que el camino para terminar de alcanzar la excelencia, por que para mí esta no es una historia de mediocridad ni de fracaso, sino de proximidad de la excelencia. Ese paso que falta es, dirían los argentinos que entrevistamos, un pasito mental para cerrar el compromiso (...) y cerrar la puerta al rival y eso sólo se consigue compitiendo al más alto nivel. El único secreto en el futbol y en la vida es “oblígate a competir al más alto nivel, desconfía de la comodidad”. Porque ya hemos llegado al quinto partido en el Mundial del 86, cuando fue en casa, y estuvimos a punto de llegar a semifinales.

¿Un deporte como el futbol no puede ser considerado sólo entretenimiento?

Es mucho más que eso. Hay que reconocer que es la religión mundial, es el idioma universal y lo es por buenas razones. Y luego, hay algo, sin duda alguna, de un reflejo de identidad de quien nos representa en la cancha. Esta idea de Juan Villoro de Los once de la tribu me parece muy acertada: es la versión más noble de la guerra. Todo eso convierte al deporte en un fenómeno fascinante que trasciende, por supuesto, al entretenimiento, para tocar otras fibras que merecen análisis y merecen gozo, que es también la intención de Al grito de guerra.

Mencionas el drama en el futbol, pero ¿qué hay con el que ha representado una Copa del Mundo en Qatar?

Es un Mundial muy polémico, muy extraño. Fue otorgado de mala manera a un sitio que, como el propio Joseph Blatter ha reconocido, no tenía los merecimientos, más allá del dinero –mucho dinero– para hacerse de una Copa del Mundo. Con toda franqueza, aunque hay que respetar, las reglas del propio Qatar harán que la convivencia festiva de la Copa del Mundo sea limitada, y eso es lamentable por donde lo veas, porque el Mundial es una fiesta. Quién sabe qué va a pasar… por no decir nada de los escándalos de esclavitud en la construcción de los estadios, que se hicieron de la nada.

¿Cómo vives la fiesta mundialista?

Muy loco. No he dejado de ser un niño y me da mucho orgullo. El futbol es una pasión original para mí. Vengo de una familia muy futbolera en ambos lados –del lado de mi padre y del lado de mi madre– todos muy futboleros, muy apasionados; me inculcaron el amor por el futbol. Yo le debo todo al futbol. Le debo mi profesión –porque empecé en el periodismo deportivo–, le debo a mi familia –porque conocí a mi esposa en el Mundial de 2006, en Nuremberg–. Así que le debo todo a la pelota. Amor con amor se paga –dirían los clásicos– por eso siempre he querido contar la historia del futbol Llevo muchos años haciédolo, pero creo que con Al grito de guerra hemos conseguido algo bastante especial.

¿Cuáles son los equipos que tienen un lugar en tu corazón?

Soy famosamente cruzazulino, me he encargado de que se entere medio mundo. En el futbol mundial, me gusta mucho el futbol francés (...) Francia y Dinamarca han sido mis favoritos, junto con Inglaterra.

¿Y en cuanto a estos astros del futbol?

Tiendo a admirar a los jugadores que tuvieron una posición similar a la que yo jugué, aprendí a admirar más a los mediocampistas que a los delanteros (...) como Rafa Márquez, que jugaba como defensa central, pero también como contención y es mi héroe máximo del futbol mexicano.

¿Qué pronóstico tienes sobre la selección mexicana en este Mundial?

Estamos muy enfermos de pesimismo, pero espero que la selección esté a la altura de su historia, y nuestra historia reciente. Son 30 años de historia o más. México ha avanzado de la fase de grupos desde hace 30 años. ¡Son muchos años! Espero que estemos a la altura de nuestra historia y avancemos a octavos de final. Esto es lo mínimo. Después vienen partidos de octavos de final muy difíciles y todo puede pasar, la pelota es redonda, pero todo lo que no sea avanzar a la fase de grupos será un fracaso.

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