Molidas o enteras, la mezcla de distintas plantas, frutas y hojas secas que expelen sus sabores gracias a la ebullición del agua que se vierte en ellas han colocado a esta bebida milenaria como una de las favoritas alrededor del mundo después del agua y el café.
Aunque su descubrimiento no está claro, la mayoría de las leyendas ubican al emperador chino Shen Nung, como su creador hace más de cinco mil años. La historia refiere que mientras se encontraba descansando debajo de un árbol de té silvestre, una ligera brisa agitó las ramas y se desprendieron sus hojas cayendo algunas en el agua hirviendo que tenía. Fue entonces que se generó la infusión con aromas agradables invitándolo a probarla. Lo hizo y fue cautivado por ella. Fue entonces cuando la hizo una bebida obligatoria durante su mandato.
En Japón e India, aseguran, fue el príncipe Bodhi-Dharma su inventor. Tras tres años de perenigraje para predicar y enseñar budismo se encontraba agotado y enfermo; los sabios le dijeron que recogiera hojas de un árbol para sanar, las sumergió en agua hirviendo y gracias a esa bebida sanó y pudo continuar con su viaje.
La historia documenta la expansión del té en China en los años 589 y 222 antes de Cristo, como bebida medicinal que tras el comercio llegó a otros países del continente asiático. Años después llegó a Europa gracias a las rutas marítimas entre los dos continentes pero esto ocurrió hasta el siglo XVII.
Beneficios
Esta bebida nos ofrece muchos beneficios y aquí te presentamos para qué, si aún no te has sumado a su consumo, te animes a probarlo.
Antioxidante
Contiene una gran cantidad de polifenoles que actúan como antioxidantes para ayudar a reducir el proceso de envejecimiento; además fortalece capilares, disminuye el hipertiroidismo y es un efectivo antinflamatorio.
Refuerza el sistema inmunológico
Gracias a sus flavonoides y vitamina H logra reforzar el sistema y previene enfermedades cardiovasculares y reduce de forma eficiente los daños celulares. También en las diversas variedades del té se pueden encontrar las vitaminas A, B1, B2, B6, B12, C y D.
Elimina Toxinas
Es un efectivo astringente, puesgracias a sus taninos es posible eliminar toxinas del cuerpo; además inhibe la absorción del colesterol en la sangre.
Menos estrés
Tomar té permite, gracias a su aminoácido L-theanina, reducir el estrés y mayor relajación de forma natural al actuar como estimulador de ondas alfa sobre los neurotransmisores. También incrementa la actividad cerebral.
Prepara un té perfecto
Aunque su preparación es simple, existen varios errores que cometemos y que no permiten que el té se encuentre en su mejor momento y equilibrio; por ello te hacemos las siguientes recomendaciones:
Temperatura
Esto es fundamental ya que a partir de la temperatura del agua las mezclas se hidratan y es cuando desprenden sus propiedades, aroma y sabor. Es indispensable poner agua a calentar y cuando inicie su ebullición, verterla en la bebida. El agua tibia es un gran y común error que se comete al preparar un té.
Para infusiones de hierbas naturales es muy importante que no las pongas dentro del agua antes de colocarla al calor. Primero deja que el agua tome la temperatura y luego coloca la mezcla; a partir de ese momento debes tomar el tiempo que te hayan recomendado para preparar la bebida en específico.
Reposo
El tiempo de reposo es de gran relevancia, ya que si dejas menos tiempo, las hojas no lograrán tener las propiedades ni sabor deseado; si lo dejas más tiempo del estimado es posible que amargue.
Té blanco: Esta serie de mezclas deben estar inmersas en el agua de cinco a 10 minutos.
Té verde: Debes dejarlo reposar de dos a tres minutos.
Té rojo: Su variedad debe estar tres minutos en el agua.
Té negro: Para lograr su equilibrio, debe estar de cinco a ocho minutos dentro de la bebida.
Infusiones frutales: lo ideal para lograr que se desprendan los sabores es que su reposo dure de seis a nueve minutos.
Ya conoces los beneficios y cómo preparar un buen té. Por ello, disfruta de esta bebida milenaria y aprópiate de sus atributos.