Desde hace algunos meses, el Instituto Nacional de Migración se está mudando por completo a sus oficinas ubicadas en Polanco y para eso comenzó una “limpieza” de sus archivos. Resulta que todo el acervo de información, que puede ser de enorme importancia para investigaciones y análisis de inteligencia, se supone que la están digitalizando, pero sin un orden ni dentro de un programa que permita el cruce de datos, ni mucho menos revisión de antecedentes de forma eficiente; incluso, aseguran que muchos de esos archivos se están rompiendo por considerarlos viejos e inservibles, además de que el comisionado Francisco Garduño Yáñez, hombre de las confianzas del Presidente, argumenta que no hay dinero para almacenarlo todo.