Las cuarentenas, la falta de actividad física y el aislamiento detonaron un aumento de casos de obesidad infantil en la región europea, en donde uno de cada tres menores entre 6 y 9 años de edad tienen sobrepeso o padece algún grado de esta comorbilidad.
Un informe de la Iniciativa Europea de Vigilancia de la Obesidad Infantil (COSI), que toma en cuenta las encuestas de salud de 36 países de la región, anticipa que la pandemia por Covid-19 retrasó los avances que se tenían en esta materia, y que además “esta tendencia podría amplificarse potencialmente debido a un nuevo estilo de vida que propicia conductas poco saludables”.
Los cierres de centros educativos pudieron afectar directamente en el acceso a comidas escolares balanceadas y en la actividad física de los niños, algo que se incrementa con la desigualdad, ya que no todas las familias tienen recursos suficientes para cubrir una alimentación saludable.
El informe muestra que antes de la pandemia, uno de cada dos niños en la región caminaba o iba en bicicleta a la escuela, y pasaban al menos una hora jugando al aire libre, algo que se perdió con las prolongadas cuarentenas en gran parte de Europa.
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