Crisis de expectativas
Hay que ver cómo desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, la antes eficiente y orgullosa industria automotriz mexicana ha ido reduciendo su empuje y disminuyendo su brillo

Las palabras cuentan y se equivocan quienes piensan que las amenazas del presidente Donald Trump no son más que bravuconadas sin consecuencias. Cada amago, cada señalamiento, cada mueca, afectan las expectativas sobre la economía de México y su atractivo como receptora de inversiones. Hay que ver cómo desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, la antes eficiente y orgullosa industria automotriz mexicana ha ido reduciendo su empuje y disminuyendo su brillo. Apenas este fin de semana se supo que la planta de Silao, en Guanajuato, de General Motors, ha pausado su producción durante dos semanas. Dicen los enterados que el mes próximo, la misma planta programará nuevos paros.