De Brasil a la Guardia Nacional

En una administración que se ha proclamado enemiga de la corrupción y del influyentismo, sorprende la facilidad con la que ciertos actores habrían logrado posicionarse en el mapa de los contratos públicos. Es el caso de Thiago De Magalhaes, joven empresario brasileño vinculado al Grupo Surman y presuntamente encargado de cabildear con las dependencias las asignaciones para las firmas propiedad de los Mansur.

Su presencia en algunas oficinas gubernamentales habría alimentado la sospecha de que intereses ajenos, y posiblemente alineados con la ultraderecha brasileña, operan dentro del aparato administrativo mexicano. Se comenta que su nombre ya figura en el radar de autoridades migratorias, que estarían revisando si cuenta con acreditación como gestor y cuál ha sido su papel dentro del grupo empresarial. Mientras tanto, fuentes al interior de la Guardia Nacional afirman que De Magalhaes habría sido visto negociando una licitación de carácter nacional relacionada con la seguridad estratégica del país.